Patriotas por Europa, la tercera fuerza política del Parlamento Europeo, inició este viernes en Madrid su primera gran cumbre bajo la presidencia de Santiago Abascal, un encuentro que cuenta con la presencia del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; de la líder de Agrupación Nacional Marine Le Pen (Francia); y del dirigente patriota de Países Bajos Geert Wilders, entre otros dirigentes europeos, y que este sábado celebrará su acto central.
El grupo está integrado por 86 eurodiputados —de 14 países— que recaban el respaldo de 19 millones de europeos. «Somos la única alternativa real frente a las políticas globalistas de la UE que han debilitado la soberanía nacional, la prosperidad económica y la seguridad de Europa», señala Patriotas.
En el acto intervendrán los principales dirigentes europeos de un partido que reitera su rechazo a las políticas climáticas que arruinan a la industria y al campo, y a la inmigración masiva «que desestabiliza a las naciones y tensiona al límite los servicios públicos».
Patriotas ha celebrado la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca porque «se abre una esperanza» en Occidente. «La victoria del presidente Trump es una clara señal de que ha llegado la era de los patriotas», aseveró Viktor Orbán. «La revolución del sentido común ya está en marcha también en Europa», aseveró este viernes la vicepresidenta Kinga Gál, del partido húngaro Fidesz, antes de señalar a Patriotas como la «única oposición real a la élite de Bruselas». «Es hora de cambiar las cosas en Bruselas y hacer que Europa vuelva a ser grande», reiteró.
Así, el partido ha recordado que, tras la toma de posesión de Donald Trump como 47º presidente de Estados Unidos y con la presidencia de Javier Milei en Argentina, «Europa está descubriendo que la voluntad política puede cambiar el destino de una nación» y ha denunciado que las élites de Bruselas «no han renunciado en absoluto a su aspiración de transformar la Unión Europea en un megaestado centrado en la ingeniería social». Ese «megaestado» tendría «consecuencias desastrosas para los europeos», como «la inmigración ilegal y la inseguridad en las calles, la reducción de la competitividad, el encarecimiento de la energía, el fanatismo climático, el exceso de regulación y la injerencia en la empresa privada, y la presión ideológica sobre los Estados miembros».
«Millones de europeos mandaron un mensaje claro en las últimas elecciones: la era de las élites de Bruselas ha terminado. Los líderes de Patriotas piden un cambio en Bruselas para evitar más decisiones desastrosas y políticas fracasadas. Nosotros estamos decididos a devolver el sentido común al proceso de toma de decisiones dentro de la Unión Europea y sus valores fundacionales. Restauremos el poder de Europa, restauremos la grandeza de las naciones europeas», ha concluido.
