«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

'Populista', 'xenófobo'… Así describe la prensa española a Viktor Orbán

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán

A cuenta de la aplastante victoria del conservador Viktor Orbán en las elecciones húngaras, los medios de comunicación españoles han vuelto a exhibir ese desprecio que le profesan a todo pueblo que no se somete a las imposiciones de la corrección política


Ya deberíamos haber llegado a la conclusión de que a las élites políticas y mediáticas occidentales sólo les gustan las elecciones cuando éstas arrojan el resultado que ellas desean. De este modo, desde el Brexit y el plebiscito colombiano, el comportamiento de nuestras élites ha tornado evidente algo que ya se podía intuir tiempo ha: que, para ellas, la democracia es sólo un medio para conseguir un propósito determinado (y ya se sabe que los relativistas, cuando el medio deja de ser útil, prescinden de él sin más).
A cuenta de la aplastante victoria del conservador Viktor Orbán en las elecciones húngaras, los medios de comunicación españoles han vuelto a exhibir ese desprecio que le profesan a todo pueblo que no se somete a las imposiciones de la corrección política. En concreto, en este caso, al húngaro. Así, a éste lo han culpado de apoyar a un líder político – Orbán – ‘populista’, ‘xenófobo’ y ‘antiliberal’.
La Vanguardia, por ejemplo, publicó un texto este domingo – antes de que se conociese el resultado de las elecciones – en el que moteja a Hungría de ‘país donde arraiga el odio’. En este sentido, en uno de los párrafos del artículo se dice que el pueblo magiar ‘es el más intolerante de Europa con los musulmanes’ (lo que, en realidad, no quiere decir sino que es de los pocos europeos celoso de su identidad, cultura y fe religiosa).
El País, por su parte, se sirve de sintagmas muy semejantes para describir a Orbán y al pueblo que lo apoya masivamente. Uno de los que más llama la atención de toda la crónica es éste: ‘El primer ministro húngaro, que se presenta a sí mismo como el gran defensor y el salvador de los valores cristianos tradicionales…’ En primer lugar, habría que abundar en la diferencia que existe entre defender los valores cristianos (que es lo que hace Orbán) y proclamarse ‘gran defensor’ y ‘salvador’ de ellos (que es algo que sólo podría hacer o bien el mismo Cristo, o bien una persona sobremanera jactanciosa).
El Mundo opta por presentar al pueblo húngaro como un conjunto de individuos incapaces de distinguir lo que es mejor para ellos. Así, achaca la victoria electoral de Orbán a la inacción de la Unión Europea, como sugiriendo, además, que ésta debería inmiscuirse en los procesos electorales de países soberanos. ‘Las elecciones del domingo han sido, al margen de su resultado, una derrota por incomparecencia para la Unión, sus valores y los que deben representarlos y defenderlos’, reza el artículo de este periódico.
Atendiendo a estas aseveraciones, alguien que desconociese la realidad magiar podría concluir que Viktor Orbán es una suerte de autócrata elegido por una población analfabeta en unas elecciones amañadas. Pero la dura realidad es que es un hombre designado presidente tras unos comicios en los que ha participado unas personas tan formadas como las que escriben en medios de comunicación.

VOX felicita a Orbán

El único partido político español que ha felicitado al recién reelegido primer ministro húngaro ha sido VOX. De este modo, su presidente, Santiago Abascal, se ha mostrado convencido de que la victoria de Orbán no es sino una victoria sobre el globalismo y la actual Unión Europea.
 


‘Aplastante victoria de Orban en defensa de la soberanía de Hungría, y de nuestra civilización cristiana. Derrota sin paliativos de los burócratas de Bruselas, prebostes globalistas y oligarcas de los medios de comunicación europeos. ¡Enhorabuena al pueblo Húngaro!

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