El nuevo Gobierno de Italia, formado por el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, se someterá desde mañana a la confianza parlamentaria y entre sus prioridades estará la reforma de las pensiones y fomentar el empleo en Italia, donde la tasa de paro está próxima al 11 %.
El vicepresidente de Italia y ministro del Interior, Matteo Salvini, afirmó que trabajará con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, para «cambiar las reglas de la Unión Europea (UE)» en materia de inmigración.
«He tenido una larga llamada con el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, que me ha dado sus mejores deseos y con quien trabajaremos para cambiar las reglas de esta UE», dijo Salvini en un acto electoral en el municipio romano de Fiumicino, que es uno de los ayuntamientos que celebrará elecciones administrativas el próximo 10 de junio.
Orbán es conocido entre otras cosas por sus discursos duros contra la inmigración y mantiene una relación complicada con la UE.
Salvini reiteró, como ya hizo ayer en la isla de Sicilia, acostumbrada a acoger inmigrantes que llegan hasta Italia por el Mediterráneo, que en el país no hay trabajo para estas personas y repitió su mantra «primero los italianos, después el resto del mundo».
«Ayer fui a la espléndida tierra de Sicilia, estoy orgulloso de haber dedicado mi primer día como ministro» a esta isla, que «alguno la quiere transformar y ya lo ha hecho parcialmente en el más grande campo de refugiados de la UE», señaló.
«Quien escapa de la guerra tendrá la mayor acogida en este país, quien no, tendrá que preparar las maletas y volver a casa. Esto es lo que convertiremos en hechos, colaborando con los países africanos, con los países europeos, pero desmintiendo que en Italia haya espacio, trabajo y casa para todos», añadió.
Arguyó que su deber como ministro «es dar una casa y un trabajo primero a todos los italianos que no lo tienen», y subrayó que mantendrá una política firme contra las mafias porque «hay muchos que están ganando mucho dinero traficando con los inmigrantes ilegales».
También se refirió a Túnez, donde las autoridades han mostrado su malestar después de que el líder de Liga dijera recientemente que «Túnez es un país libre y democrático, pero que en ocasiones exporta convictos».
«Alguno en Túnez se ha enfadado equivocándose porque yo dije que a veces vienen personas de bien, pero otras veces no», comentó Salvini, al tiempo que se mostró dispuesto a aclarar la cuestión lo antes posible.
El nuevo Gobierno de Italia, formado por el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, se someterá desde mañana a la confianza parlamentaria y entre sus prioridades estará la reforma de las pensiones y fomentar el empleo en Italia, donde la tasa de paro está próxima al 11 %.
Pero también reintroducir «un derecho sacrosanto para todos los italianos» que es el de «la legítima defensa» para que Italia sea «un país más tranquilo, más sereno», adelantó.
Finalmente, se refirió a la polémica levantada en Italia después de que el ministro de Familia y Discapacidad de Italia, Lorenzo Fontana, de la Liga, haya dicho que las familias homosexuales no existen.
«No hay que discriminar a nadie, cuando voy al médico no me interesa si es heterosexual u homosexual, cuando voy al bar, no me interesa si la camarera es heterosexual o lesbiana (…), no me interesa, cada uno en su vida privada hace lo que quiere», dijo.
«Pero sigo defendiendo que un niño tiene el derecho de tener una mama y un papá», concluyó.