Un grupo de vándalos ecologistas han arrojado este jueves barro sobre la fachada de la basílica de San Marcos de Venecia, en una acción que se ha saldado con la detención de al menos seis personas.
Varios de estos autodenominados activistas han utilizado extintores para lanzar el barro sobre la fachada sur y una columna de la basílica, situada en la plaza homónima. A continuación, varios más se han unido para desplegar una pancarta en la que podía leerse «Fondo de Reparación», la campaña promovida por la organización Última Generación.
El personal de mantenimiento de la propia iglesia ha podido limpiar gran parte de la suciedad, si bien el arquitecto de la basílica, Mario Piana, que ha llegado al lugar poco tiempo después del incidente, ha condenado con dureza esta acción de protesta.
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, también ha expresado su malestar por una acción que considera «gravísima y vergonzosa». «Es legítimo expresar discrepancias, pero siempre con respeto a la ley y nuestro patrimonio cultural y religioso», ha dicho Brugnaro, que ha criticado el «vandalismo» como método para «encontrar soluciones» en materia de medio ambiente.
