El presidente izquierdista de Bolivia, Luis Arce, se ha victimizado este viernes, argumentando que el Censo que ha originado decenas de protestas en el paro de la ciudad de Santa Cruz es utilizado para desestabilizar al Gobierno y derrocarlo.
«Esta mirada política del tema del censo, lamentablemente generó un abordaje político, ya que no solamente se utilizó como un instrumento de desestabilización del Gobierno, sino también busca derrocarlo», ha advertido el mandatario, según declaraciones recogidas por ABI.
En este sentido, ha detallado que la fecha que defina en una mesa técnica convocada para tal fin tendrá carácter vinculante para el Gobierno, esclareciendo que «no está sujeto a negociación» ninguna posibilidad de marginar a algún boliviano del empadronamiento «por el asunto de la fecha».
«No sería democrático ni responsable detener la realización del censo, por ello y dentro del cronograma de actividades que habíamos definido y concertado previamente convocamos a esta mesa técnica, cuya principal razón es discutir todos aquellos factores que van a intervenir en la realización del censo nacional y determinar la fecha del censo de población y vivienda de manera absolutamente técnica», ha explicado.
El «movimiento cívico» de Bolivia inició el pasado sábado un paro nacional indefinido para demandar la celebración del Censo en 2023, en lugar del 2024 como ha propuesto el régimen de Arce, ya que este registro condiciona el reparto de ayudas entre las regiones del país.
