El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, ha afirmado que recoge «con los ojos y el corazón bien abiertos» el resultado del referéndum que tumbó el 4 de septiembre el borrador de la nueva Constitución, aunque ha insistido en su idea del cambio de Carta Magna «a corto plazo».
Boric ha admitido que los ciudadanos han rechazado el borrador de «manera clara» y ha apuntado que, pese a que él era partidario del ‘apruebo’, no siente el fallido referéndum como «una derrota» propia. «Nunca un Gobierno puede sentirse derrotado cuando el pueblo se pronuncia», ha sentenciado.
Sin embargo, el mandatario afirmó que es momento de buscar «nuevas fórmulas» para construir un nuevo «lugar de encuentro» y que aspira a convocar a distintos sectores de la vida política chilena para «combinar lo mejor de cada uno» y redactar y aprobar una nueva Constitución, algo factible «a corto plazo», a su juicio.
“Chile tendrá pronto una Constitución que represente los anhelos de justicia y libertad”, apuntó un Boric que ha visto sus niveles de aprobación descender luego del contundente triunfo del “Rechazo” en el plebiscito constitucional.
