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CONDENA A 17 PERSONAS SIN PRUEBAS

El chavismo impone penas de hasta 30 años de cárcel por un supuesto intento de magnicidio

El tirano venezolano Nicolás Maduro

El régimen de Nicolás Maduro ha condenado el jueves al diputado opositor Juan Requesens a ocho años de prisión, al vincularle en una supuesta conspiración que pretendía atentar contra la vida del dictador venezolano mediante el uso de drones.

«A esta hora saliendo de la audiencia de juicio de Juan Requesens quien fue condenado a 8 años por el delito de conspiración. En las próximas horas me reuniré con su familia para próximas acciones. Seguiremos informando», tuiteó la mañana del jueves el abogado del parlamentario, Joel García.

El 4 de agosto de 2018 la dictadura venezolana celebraba el aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) con un acto en el centro de Caracas. En medio del evento tanto Maduro como sus acompañantes tuvieron que abandonar aparatosamente la tarima, luego de que, de acuerdo a la versión oficial, se produjesen al menos dos explosiones en las inmediaciones del acto.

Posteriormente la tiranía afirmó que dichos hechos perseguían la consecución de un magnicidio mediante el uso de drones, dando así pie a un intrincado caso que llevó a la cárcel a más de una decena de personas.

En el grupo de detenidos destacaba justamente Requesens, un joven diputado electo en las planchas de la oposición venezolana en 2015 y adscrito a la formación política Primero Justicia, a quien se corresponsabilizó del supuesto intento de magnicidio.

El caso del parlamentario resonó a nivel mundial puesto que, luego de ser arrestado el 7 de agosto de 2018, fue grabado por los cuerpos de seguridad del régimen confesando que era parte de la supuesta conspiración. El video arrojó todos los signos de que Requesens había sido coaccionado y quizá incluso se le habían proporcionado sustancias para que confirmara la versión de los hechos que la dictadura quería fijar en la opinión pública sobre lo ocurrido en la celebración del aniversario de la GNB.

El diputado estuvo detenido por espacio de más de dos años, hasta que en 2020 la justicia chavista decidió brindarle una medida de casa por cárcel.

A la par de esto, el jueves los tribunales del régimen rojo decidieron otorgar penas de entre 5 y 30 años a al menos 16 personas que también siguen detenidas. Entre ellas hay desde civiles ancianos hasta generales de la propia GNB, que han sido acusados de participar desde el punto de vista intelectual o material en la búsqueda del asesinato de Maduro.

Los procesos judiciales de todos estos detenidos han estado, al igual que el de Requesens, repletos de irregularidades que han sido oportunamente denunciadas por los abogados defensores: desde absoluta carencia de pruebas para incriminarles, aplicación de distintos métodos de tortura para extraer supuestas confesiones, pasando por retardo procesal, hasta condiciones de reclusión inhumanas en cárceles comunes que han sometido a riesgo la vida de los detenidos.   

Al día de hoy Maduro sigue sosteniendo que en agosto de 2018 se intentó acabar con su vida y la de los suyos, y es evidente que ha echado mano de las sentencias aplicadas en este caso para apalancar su imagen de hombre fuerte en el poder, recordando el cuarto aniversario del “atentado” con drones a través de un mensaje en Twitter: “A 4 años del día en el que los enemigos atentaron contra la Paz de Venezuela, seguimos firmes, unidos, conscientes y en pie de lucha”

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