El Parlamento de Venezuela ha condenado «en los términos más enérgicos» las sanciones impuestas por las autoridades de Estados Unidos contra 16 funcionarios venezolanos por haber «obstaculizado la realización de un proceso electoral transparente» y haber evitado publicar «los resultados precisos» de los comicios presidenciales.
Estas declaraciones se producen después de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro del país norteamericano impusiera sanciones contra 16 funcionarios venezolanos, entre ellos miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), del Consejo Nacional Electoral (CNE), así como figuras importantes del Ejército y la Inteligencia venezolana, en relación al fraude electoral del régimen de Nicolás Maduro, que no ha hecho públicas las actas que confirmarían su triunfo electoral.
El presidente de la Asamblea Nacional ha acusado a la oposición venezolana, a la que ha calificado como «los amos de la ultraderecha fascista», de estar detrás de esta «nueva arremetida» del Gobierno de Estados Unidos. Así, ha denunciado que las sanciones «vulneran flagrantemente los principios del Derecho Internacional» y pretenden «intimidar y amedrentar al pueblo venezolano».
Además, ha mostrado su solidaridad con los sancionados, de quien ha dicho han sido «agredidos por esta nueva e ilegítima acción del hegemón imperial», y ha advertido a Estados Unidos y a «sus satélites europeos» de que ninguna «medida coercitiva unilateral» podrá frenar «el rumbo libertario e independentista que ha tomado el pueblo venezolano».