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MÁS DE 150 MILLONES DE BRASILEÑOS ESTÁN LLAMADOS A LAS URNAS

La batalla en Sao Paulo marcará las posibilidades de victoria de Bolsonaro

segunda vuelta Brasil encuestas
Lula da Silva y Jair Bolsonaro. La Gaceta de la Iberosfera

Más de 150 millones de brasileños están llamados este domingo a las urnas para elegir a su próximo presidente. En esta segunda vuelta se presentan Jair Bolsonaro, que busca la reelección, y Lula da Silva, el fundador del Foro de Sao Paulo condenado por corrupción que anhela volver al poder.

En la primera vuelta venció Lula con el 48,43% de los votos, cinco puntos más que Bolsonaro (43,20%). Pero hasta el día de hoy ningún experto demoscópico se atreve a aventurar el ganador, porque en la mayoría de las últimas encuestas la diferencia entre uno u otro candidato es inferior al margen de error.

Clave para consolidar las posibilidades de Bolsonaro han sido los debates entre ambos. En el primero, Lula se mostró muy nervioso cuando el candidato conservador le interpeló por la corrupción en sus gobiernos. «No hizo nada por el país (…), solo desvió fondos públicos para su bolsillo y el de sus amigos», aseveró Bolsonaro sobre Lula. Y le recordó sus amistades con dictadores comunistas en la Iberosfera como el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que ha intensificado la represión a la comunidad católica.

También los buenos datos económicos logrados por el Gobierno de Bolsonaro, con una de las gasolinas más baratas del mundo, tres meses consecutivos de deflación y con el mayor número de brasileños trabajando de toda su historia (100,2 millones). Además, el Ejecutivo presume del programa social Auxilio Brasil, que ha llegado a 21,13 millones de familias este mes de octubre.

En estos comicios se enfrentan también dos modelos de sociedad que cuentan con diferentes aliados en la región y en todo el mundo. Bolsonaro ha presumido durante su mandato de cercanía con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump o el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. A Lula le apoya la izquierda europea y la narcocomunista del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla. Este última red emitió un comunicado tras la primera vuelta en el que celebró su victoria parcial y llamó al pueblo brasileño «a consolidar el triunfo de la esperanza, la justicia y la unidad».

En los últimos días de campaña, ambos candidatos se han centrado en movilizar al voto evangélico. Bolsonaro, que logró el 70% de los apoyos de esta comunidad en 2018, ha seguido fiel a su lema «Dios, Patria, Familia y Libertad», y ha reiterado su defensa de la familia, y su oposición al aborto y a la ideología de género.

Bolsonaro cuenta con el apoyo de nueve de los 15 gobernadores que fueron elegidos por mayoría absoluta el pasado 2 de octubre. El gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, el segundo estado más poblado, le declaró su apoyo. También el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, respalda al presidente, del que aseveró que es «el mejor» para el país.

Pero la batalla estará en Sao Paulo, el motor económico del país. Allí ganó Bolsonaro por casi siete puntos en la primera vuelta -con 12,2 millones de votos frente a los 10,4 de Lula- y por allí pasan las esperanzas de su equipo para conseguir el vuelco electoral. Es un estado con más de 46 millones de personas. En los comicios a gobernador venció por más de seis puntos, aunque sin llegar al 50% necesario, el candidato apoyado por el presidente Tarcísio Gomes de Freitas frente al izquierdista Fernando Haddad.

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