La invitación a todos los países que forman parte de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha derivado en Argentina en una gran polémica interna al constituir un amparo a los regímenes de Venezuela y Cuba.
«Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel son dictadores, narcotraficantes y terroristas. En sus países no existen los derechos humanos, la pobreza llega al 90 por ciento, los opositores son secuestrados, torturados y asesinados. Recibirlos en Argentina es una vergüenza internacional», ha señalado el dirigente opositor –y próximo candidato a la presidencia– Javier Milei a través de la red social Twitter.
Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel son dictadores, narcotraficantes y terroristas. En sus países no existen los Derechos Humanos, la pobreza llega al 90 por ciento, los opositores son secuestrados, torturados y asesinados. Recibirlos en Argentina es una vergüenza internacional.
— Javier Milei (@JMilei) January 23, 2023
En este sentido, la diputada Victoria Villarruel ha manifestado que la llegada a Argentina «de la izquierda extrema como Maduro, Evo y Díaz Canel, acusados de gravísimas violaciones a los DDHH en sus naciones, es una vergüenza y un peligro para Argentina», que se ha convertido desde hace décadas «en un santuario de terroristas y delincuentes».
La llegada a nuestro país de la izquierda extrema como Maduro, Evo y Díaz Canel acusados de gravísimas violaciones a los DDHH en sus naciones, es una vergüenza y un peligro para Argentina q se ha convertido desde hace décadas en un santuario de terroristas y delincuentes.
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) January 20, 2023
Para el expresidente Mauricio Macri, la llegada de Maduro y de su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, es motivo de «vergüenza», ya que implica asociar a Argentina con otros países «donde hay persecución, tortura, narcoterrorismo, presos políticos y elecciones fraudulentas que se burlan de la democracia».
«Para que quede bien claro: la bienvenida a estos dictadores no la organizamos nosotros los argentinos, sino un Gobierno que languidece en su mediocridad, uno que pronto se llevará el desgraciado honor de haber sido el peor Gobierno de la historia de la democracia de nuestro país», ha agregado.
La CELAC aglutina a más de una treintena de países de la región, algunos de los cuales violan de manera sistemática derechos humanos. Así, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está «más que invitado» a Argentina, como defendió Fernández en una reciente entrevista al periódico brasileño Folha de Sao Paulo. El mandatario argentino abogó por «estimular» el diálogo entre la oposición y la dictadura chavista, de tal manera que «los venezolanos decidan las cosas entre venezolanos».
Díaz-Canel ha destacado tras aterrizar en el país sudamericano los «lazos de amistad, solidaridad y cooperación» que unen a Cuba y a Argentina. «Guardo gratos recuerdos de mi primera visita a la patria del Che e inolvidables muestras de cariño hacia Fidel y Cuba», ha dicho en su cuenta de Twitter, junto a una imagen de la recepción oficial.
La llegada de Díaz-Canel a Argentina se produce tras un año en el que se ha agravado la situación de los derechos humanos en la isla, según el informe anual del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH). «La represión se mantiene en niveles preocupantes, dotándose el Estado de nuevos mecanismos legales para impedir o castigar cualquier expresión de descontento ciudadano», recoge el documento, que se publicó la pasada semana.
Así, el OCDH denunció «la consolidación de (…) la represión, que mantuvo su escalada hacia sectores de la población no vinculados tradicionalmente a la oposición política», y documentó más de 5.000 acciones represivas. «Otro patrón predominante fue el encarcelamiento o exilio forzoso de activistas y opositores», añade el documento, que también señala la tendencia al alza de las retenciones de manera ilegal a los activistas y opositores en sus domicilios para impedir el ejercicio de sus derechos –documentó 1.447–, y de las detenciones arbitrarias.
