El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha asegurado el jueves que la crisis migratoria desatada en torno al paso fronterizo del Darién -utilizado por muchas personas para llegar de manera ilegal a los Estados Unidos- ha dejado de ser un problema, al tiempo que ha asegurado que el mismo está prácticamente «cerrado».
«Misión cumplida», ha asegurado el mandatario, que sustenta sus afirmaciones en la drástica caída en las cifras oficiales de personas que intentan cruzar hacia Norteamérica empleando los caminos de la selva del Darién.
Para explicar el asunto Mulino ha rescatado el hecho de que, en lo que va de abril de este año, solo 73 personas han sido reportadas atravesando el Darién, lo que representa una caída del 99,7% si se toma en cuenta que fueron 29.259 personas las que lo intentaron en abril de 2024.
«Este año, abril, 73 nada más, lo cual es una misión cumplida en nuestra política migratoria que se ha hecho con mucho esfuerzo y para todos los efectos prácticos para nosotros, Darién está cerrado», dijo el jefe de Estado.
