El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha prometido un indulto a «todos» los policías y militares que contribuyan en la contención de la situación en un barrio de la ciudad de Guayaquil que registró el jueves una masacre con más de una veintena de muertos.
«Necesitamos que actúen con determinación y sin temor a represalias. Defiendan al país, yo los defiendo a ustedes«, ha dicho, en alusión al despliegue activo en la zona de Nueva Prosperina, una comunidad de las afueras de Guayaquil.
La zona está considerada un bastión de la banda de ‘Los Tiguerones’ y sólo durante la tarde del jueves murieron asesinadas unas 25 personas, según las autoridades locales. El alcalde, Aquiles Álvarez Henriques, alertó de que la zona acumula 180 muertes violentas en lo que va de año y es ya «un campo de batalla».
El Gobierno renovó precisamente esta semana el estado de excepción decretado por la inseguridad, con el que quiere combatir a los grupos armados que controlan amplían zonas en ciudades como Guayaquil.
