No hay día en el que no les ponga a parir. A sus cargos, a su Iglesia, a sus creencias… y los cardenales y obispos de marras sin darse por aludidos. Mea sobre ellos a diario y a chapotear tan felices. Igual piensan que es lluvia caída del cielo. 

A mí me parece una vergüenzay una falta absoluta de dignidad. Y para nada me meto con Cortés que es muy dueño de sus filias y de sus fobias y de ganar dinero con ellas o de difundirlas gratis. Lo que no entiendo es como otros pueden acudir todos los días tan contentes a una casa donde por sistema se insulta a la madre de todos ellos. Paso porque no tengan lo que hay que tener para responder adecuadamente pero por lo menos que no parezcan en la fiesta como cornudos y consentidos. ¿O es que les importa un rábano Cristo, la Virgen, la Iglesia…?