Veo que uno de los suyos, o al menos que pasaba por tal, muerde la mano de quien le da de comer. 

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2014/07/07/censura-episcopal/0003_201407G7P12991.htm

Porque el censor episcopal al que alude José Ramón Amor Pan debe de ser el arzobispo compostelano.

Las ingratitudes están a la orden del día y retratan al desagradecido. También algo a quien recibe el desagradecimiento. Por equivocarse en confianzas y prebendillas a quien no las merecía. Y que está dispuesto a ponerte como chupa de dómine por cualquier Pagola de tres al cuarto.

 Tal vez, señor arzobispo, con menos pan recibiera más amor. Que hay gente que es así. Y que ignoran el agradecimiento. Cosa que también se da entre los obispos. O por lo menos entre algunos. Si les tratas bien, ni una sonrisa. Pero como les trates mal, se vuelven mansos corderos. No vaya a ser que el mal pase a peor.

Ya ve Don Julián lo que puede esperar de nuevos cides y de amorosos panes. Manténgalos lejos de su casa si no quiere que se la monten al gusto de ellos. Y parece no gustarles el de usted.