Me inclino por la retambufa. La insuficiencia mitral era evidente en no pocos pero tampoco es como para pensar que en los últimos días hayan ingerido colectivamente sustancias que hayan alterado sustancialmente sus neuronas. Es que ellos son así. Cualquier imbécil les encandila y a hacer el ridíciulo una vez más. Aunque pienso que con Rouco esto no habría pasado en la CEE. O si se la hubieran metido doblada, sin él enterarse, alguien igual experimentaba el zapato del cardenal en su propia retambufa. Pero, ¿de Blázquez? Si es que ve el cartel y ni se entera.

Pues ahí tienen el cartel de la Conferencia Episcopal. Recomendando apuntarse a la clase de religión. Fíjense un poco en él. Parte inferior derecha. «Podemos». Casi nada, verdad.

¿Serán mentecatos? ¿Serán masoquistas? ¿Serán imbéciles? 

¿No se han enterado todavía de lo que Podemos quiere para la Iglesia? ¿Y ellos haciéndole propaganda subliminal?

Mucho mejor que no haya clase de religión si ésta va a ser con Podemos. Y mucho mejor que nos quedáramos algún tiempo sin obispos que tener a esta recua de idiotas. Total las pocas cosas que necesariamente tiene que hacer un obispo, aparte del gobierno de su diócesis al que hace tiempo han renunciado, nos lo puede hacer un obispo de algún otro país. 

Si tuvieran lo que hay que tener, quien encargó ese cartel y quienes lo aprobaron tenían que estar, como poco, suspendidos de empleo y sueldo una temporada. Y larguita.

Hace falta ser muy hijo de tal para negarnos la comunión en la boca o de rodillas y la confesión y meternos Podemos con calzador y alevosía. Conmigo que no cuenten. Hay mucho podrido en las comisiones de la Conferencia Episcopal que es imprescindible fumigar cuanto antes.

Y si alguien tiene interés en conservar el cartelito, que lo imprima. Pues igual desaparece en las próximas horas.