Algo humildito y en prueba pero esperanzador

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He dicho varias veces que al obispo de Solsona le faltaba un hervor. O varios. Pero también tiene cosas buenas. Y ciertamente buena voluntad aunque en ocasiones sus carencias la lleven al precipicio. Lo de esa versión del seminario menor no me parece una insensatez. Dios quiera que alguno de esos tres chicos llegue al sacerdocio. Y si llegaran los tres mucho mejor. Hoy toca hablar bien de Novell. Y no por condescendencia mía sino porque en esto se lo merece. Pero también hay que señalar que esos chicos si viven en sus casas y van a un colegio público o privado tienen muchísimas más probabilidades de olvidar su incipiente vocación que en un seminario menor.