Por otro lado, la OEA acordó «no reconocer la legitimidad del período del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019», y llamó a que se celebren nuevos comicios «en una fecha cercana» con observación internacional.
La Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), de mayoría opositora, rechazó este jueves la jura de Nicolás Maduro para un segundo mandato presidencial, y aseguró que con este hecho se constituyó un gobierno no elegido «que secuestró el Estado».
El presidente de la Cámara, Juan Guaidó, dijo en rueda de prensa que por primera vez desde 1958 -cuando terminó la dictadura de Marco Pérez Jiménez- «Venezuela tiene un gobierno de facto, que no fue electo por el voto, sino que secuestró el Estado para beneficio propio».
Sostuvo además que debido a la ilegitimidad que achacan a Maduro en su reelección, actualmente «no hay jefe de Estado, no hay comandante en jefe de la Fuerza Armada» pero sí «hay una Asamblea Nacional que va a cumplir su deber ante el pueblo de Venezuela» y va a hacer cumplir» la constitución.
La OEA no reconoce a Maduro
Además, la Organización de Estados Americanos (OEA) acordó este jueves «no reconocer la legitimidad del período del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019», y llamó a que se celebren nuevos comicios «en una fecha cercana» con observación internacional.
En una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, una resolución en ese sentido presentada por Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, EEUU, Perú y Paraguay logró 19 votos a favor, 6 en contra, 8 abstenciones y una ausencia, y será transmitida «inmediatamente» al secretario general de las Naciones Unidas.
La delegación venezolana, liderada por el embajador Samuel Moncada, rechazó la realización de la reunión del Consejo Permanente de la OEA como un «acto hostil e inamistoso» y anticipó que no reconocerá «ninguna decisión que pudiera adoptarse».
La votación tuvo lugar en Washington poco después de que Maduro jurara un segundo mandato de seis años tras imponerse en mayo del año pasado en unos controvertidos comicios a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos o porque sus principales líderes estaban inhabilitados o presos.
En la resolución, los países integrantes de la OEA llamaron «a la realización de nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y legítimo». Dicho proceso, de acuerdo al documento, debe celebrarse «en una fecha cercana con presencia de observadores internacionales».
