El escritor británico de origen indio Salman Rushdie fue este viernes objeto de un ataque con cuchillo durante una presentación en Chautauqua, una localidad del oeste del estado de Nueva York, y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, según ha confirmado la Policía neoyorquina en un comunicado.
Según el último informe policial, Rushdie recibió una puñalada en el cuello y otra en el abdomen, motivo por el que tuvo que entrar en quirófano. Allí está recibiendo respiración asistida, ya que se encuentra sin capacidad de respirar por sí solo.
«Las noticias no son buenas (…). Salman probablemente perderá un ojo. Los nervios de su brazo le han sido amputados y su hígado ha sido apuñalado y dañado», ha informado el agente del escritor, Andrew Wylie, en declaraciones a ‘The New York Times’.
La Policía ha detenido al sospechoso y lo ha identificado como Hadi Matar, un ciudadano de Nueva Jersey de 24 años. Por otra parte, el entrevistador de Rushdie durante el evento ha sufrido una herida leve en la cabeza, aunque ya ha sido dado de alta.
Rushdie, de 75 años de edad, estaba amenazado por Irán por su novela ‘Los versos satánicos’, considerada blasfema. El líder supremo iraní, el ayatolá Jomeini, emitió en 1989 un decreto para pedir la muerte del escritor y en 2012 una fundación iraní semioficial elevó la recompensa por Rushdie de 2,8 millones de dólares a 3,3 millones de dólares.
Así, diarios como Kayhan han celebrado el ataque. «Bravo por este hombre valiente y consciente del deber que atacó vicioso Salman Rushdie», ha escrito el periódico, cuyo director es designado por el líder supremo de Irán. «Besemos la mano de aquel que desgarró el cuello (…) con un cuchillo», ha agregado, según recoge el semanario francés Le Point. El diario Irán, por su parte, ha manifestado que “el cuello del diablo» fue «atravesado con una navaja». «No derramaré lágrimas por un escritor que escupe un odio y un desprecio interminables por los musulmanes y el Islam», ha manifestado el analista político -muy popular en Irán- Mohammad Marandi.
