No es que el PP, a lo San Pablo yendo a caballo, haya visto la luz; ha visto las orejas al lobo en las encuestas.
Perder votos a mansalva, aunque de momento sea solo en las encuestas, hace que uno se replantee no lo que piensa pero sí lo que hace. El PP empezó la legislatura abandonado su programa electoral en todo menos en lo económico; en lo relativo a los euros no aparcó nada, simplemente hizo lo contrario.
Vista la caída en intención de voto y que ya empezamos el largo periodo electoral de dos años, ahora toca un lavado de imagen al menos en aquello que no cuesta dinero. Seguirán cosiéndonos a impuestos y tasas hasta última hora pero harán, guiños, tampoco más, electorales a los suyos: aborto, politica antiterrorista, el órdago catalán y alguna muestra de firmeza en algún que otro principio de orden. ¿Colará?
