'Ser es defenderse'
Ramiro de Maeztu
Los banqueros piden ¡que se les controle mas! porque el problema es ¡el sistema!
Por Mario Conde
18 de mayo de 2015

Por muy acostumbrados que estemos, y no sólo en momentos electorales, a la sorpresa al leer o escuchar los medios de comunicación, hay días en los que el asombro alcanza cotas casi siderales. Hoy es uno de ellos, porque en un medio de comunicación nacional, leo algo casi estrambótico. Así dice el titular: “El sistema financiero internacional reclama ahora mas regulación”. Así confeccionado el aserto periodístico podría dar la sensación de que se trata de de un artículo de opinión de algún experto en estas lides, mas que de una noticia en sentido estricto. Pues no: eso que llama sistema financiero internacional parece ser que se concreta en una veintena de personas que dirigen, controlan, gestionan o administran grandes bancos europeos. O sea, dicho en roman paladino, que los que deciden piden que les controlen más sus decisiones. ¿No suena un tanto esperpéntico? A mi me lo parece porque los que tienen el poder de crear riesgos sistémicos piden que se cambie la regulación para “limitar los riegos sistémicos”….No es un galimatías, sino lo que viene a decir con contundencia el autor del artículo que relata  la noticia, el periodista Claudi Pérez.

 

La cosa se eleva de tono cuando estos señores aseguran sin ruborizarse que “el sistema es nuestro mayor riesgo”, añadiendo que “ser el mejor banco en un sistema que falla es como tener la suite en el Titanic”.Vamos a ver: durante décadas se ha venido insistiendo hasta el aburrimiento que se necesitaba, se reclamaba, urgía una llamada desregulación financiera, y los padres de este cúmulo de ideas consiguieron que los legisladores se las compraran y el sistema se desregulara. Ya sé que vamos a escuchar voces diciendo algo asi ¿cómo desregulación? ¿Acaso no es un sector altísimamente controlado?”. Claro que suelen ignorar quiénes de esta manera vociferan que en el sistema financiero las unidades que en él operan tienen la enorme, gigantesca, ingente y desmesurada capacidad de inventar dinero. Ya solo con eso se tentaría uno la ropa de pedir desregulación a ultranza. 

 

Bien, pues la cosa, a la vista está, ha salido fatal. Con los derivados, con los swaps, con los excesos en sectores de burbuja….en fin con todo eso que ya sabemos. Que el sector financiero se encuentra en la base de la crisis que padecemos es tan obvio que no merece la pena dedicarle un minuto mas. Y eso no solo es debido a la desregulación sino al comportamiento de los desregulados. A ver si nos enteramos: si todos los que deciden lo hicieran con arreglo a criterios de los llamados “puros” a lo mejor sería posible desregular. Pero al final, en la banca, como en la Justicia, aparece el hombre, el que decide, y sustraer su decisión a sus conveniencias personales —avaricia, deseo de acumular, presiones políticas, amiguismo-….—no es nada fácil. Asi que asumiendo el material humano con el que tenemos que lidiar, poner en sus manos un máquina de inventar dinero de la salvaje manera en la que lo hemos visto en los últimos 15 años no es que sea una temeridad, es que se aproxima al suicidio.

 

Lo trágico es que sean los propios regulados los que pidan regulación. Los políticos han sostenido que arreglaron el problema del sistema financiero. Sí, claro, poniendo ingentes cantidades de dinero a cargo de los contribuyentes. Pero eso no es arreglar el problema, sino taponarlo coyunturalmente. ¿Qué hay que hacer para evitar nuevas crisis? Pues las ocurrencias políticas son mínimas. No he visto una alternativa seria. En el sector llamado progresista surgen ideas, alguna de las cuales es aceptable y otras menos. Pero en el otro costado reina el silencio. Tan fuerte debe sonar ese silencio yermo de ideas que los propios banqueros  deciden suplicar: ¡por favor regúleme usted mas!

 

Si es que…

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