Mientras en Los Ángeles se desarrollaba la IX Cumbre de las Américas, manipulada absolutamente, más que boicoteada, por el Foro de Sao Paolo, el Grupo de Puebla y la Agenda 2030, en Colombia la Revista Semana reveló las oscuras y cochinas maniobras de Gustavo Petro y sus esbirros para destruir a los candidatos rivales en estas elecciones presidenciales colombianas.
Lo que debiera llamarse ya el ‘Petrogate’ es de vergüenza, aunque muy digno del candidato guerrillero colombiano que responde sin arrepentimientos de ningún tipo a un pasado pleno de horrores en su curriculum, y que avanza a consciencia y orgulloso avalado por el régimen castro-comunista de La Habana.
En los vídeos que Semana consiguió filtrar como verdad necesaria, se observa a los compinches de Petro con segura impunidad orquestando todo tipo de planes, a cual más inescrupuloso, cuya intención era la que fue: ir eliminando candidatos, y desbrozarle el camino al poder al socialcomunista. Nada de esto podía ignorarlo Petro, porque todo fue minuciosamente preparado por él y su equipo.
Al mismo tiempo, el Grupo Prisa y El País, con sus magnates e ideólogos de bandera roja, su directora Pepa Bueno, le brindaban un gran espacio al candidato de la ultraizquierda en el ‘Festival del Pensamiento’ celebrado en Colombia. En medio del público, pero eufórico en primera fila se hallaba el profesor y ensayista cubano Rafael Rojas, quien en el pasado expresó públicamente su apoyo a AMLO en México, donde vive desde hace décadas y, como se puede ver en ese vídeo, ahora apoya fervientemente —a juzgar por la efusividad de sus aplausos y entrega gestual— a Petro, a quien ¿apoya o asesora? Sólo él podrá responderlo.
El ideólogo de Petro es Rafael Rojas, hermano del viceministro de Cultura del castrismo Fernando Rojas
Pero veamos, en medio del ‘Petrogate, quién es Rafael Rojas, alguien que sonríe de frente pero clava puñales por la espalda: Rafael Rojas, cuyo nombre completo es Rafael Elías Rojas Gutiérrez, ideólogo de la neo izquierda socialcomunista cubana desde el 2007 hasta la fecha, Yoani Sánchez, 14ymedio, Tania Bruguera, Movimiento San Isidro, Carlos Álvarez, el ninja de CubaDebate y El Estornudo, operado por Soros y su Open Society, no sólo expresó públicamente que AMLO era el mejor candidato para México, además con toda evidencia ahora se pliega a Petro, aunque según testimonios anónimos posee casa en Miami a nombre de su esposa Aylín Sánchez en Miami Gardens (pulse aquí para verificar la información), y recibe un Grant norteamericano por su ONG CECI (Centro de Estudios Constitucionales Iberoamericanos), con dirección oficial de su casa en México. Curiosamente esta ONG no aparece en su CV en Wikipedia. Rafael Rojas es hermano del viceministro de Cultura del castrismo Fernando Rojas, quien se reunió en el pasado con los artistas del 27N en La Habana liderados por Yunior García Aguilera y Tania Bruguera, según testimonios tiene otro hermano con alto rango de Coronel del G2 en el DSE (Departamento de Seguridad del Estado). Ambos hermanos viajaron a México y asistieron a la boda de Rojas con Sánchez.
El ‘Petrogate’ revela quién es verdaderamente Petro, un mentiroso y un tramposo, aparte de todo lo demás
El profesor Rafael Rojas se complace con que le llamen presidente entre la comunidad cubana de México. Quien quita que un día llegue a serlo. Porque entre Estados Unidos y el régimen cubano no duden que algún acuerdo habrá para que el futuro presidente de Cuba esté en Yotuel Romero o Rafael Rojas. Pulse aquí para mayor información.
Petro sabe que sin La Habana no sería nadie. Petro reconocerá, enseguida que tome el poder, si lo consigue, con amplias demostraciones al régimen castrocomunista comandado por generales corruptos y criminales, que a ellos les debe todo, su vida entera y su posible éxito.
De modo que el ‘Petrogate’, aunque revela quién es verdaderamente Petro, un mentiroso y un tramposo, aparte de todo lo demás, le producirá un conflicto real con sus votantes. Conflicto que esperemos se traduzca en votos a favor del contrario, porque votar en blanco sólo beneficiaría al propio Petro.
Recuerden, colombianos, del ingeniero Rodolfo Hernández, podrán salir si no cumple con lo prometido en su agenda. Pero del comunista Gustavo Petro no saldrán nunca. Remítanse a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
