El Papa ha expresado su «profundo dolor» por las víctimas del atentado en Kerman, en el centro-sur de Irán, perpetrado el pasado 3 enero, que ha provocado más de 80 muertos.
En un telegrama firmado como es habitual por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, Francisco ha enviado «sus oraciones por los fallecidos y por sus afligidas familias».
«Expresando asimismo su solidaridad espiritual con los heridos», Francisco —continúa el telegrama— «invoca sobre todo el pueblo iraní las bendiciones de sabiduría y paz del Todopoderoso».
La doble explosión se produjo el pasado 3 de enero cerca del cementerio de Kerman, donde miles de peregrinos se dirigían a conmemorar el cuarto aniversario de la muerte de Qassem Soleimani, jefe de las fuerzas Qods de la Guardia Revolucionaria iraní, asesinado el 3 de enero de 2020 en Irak en una operación dirigida por Estados Unidos. El balance, por el momento, es de 84 muertos y centenares de heridos.
La masacre fue reivindicada por el autodenominado Estado Islámico, que en sus canales de Telegram atribuyó la autoría de los atentados a dos de sus terroristas suicidas. En las redes sociales también se difunden vídeos y noticias de uno de los atentados más graves de la historia reciente de Irán.
