La Navidad es, por excelencia, la época de los regalos. Santa Claus y la festividad de Reyes acaparan la atención de los consumidores, pero también existen otras costumbres que empiezan a arraigarse entre familias, empresas y grupos de amigos. Nos referimos al «amigo invisible».
Esta especie de juego popular consiste en realizar un obsequio a una persona elegida al azar, y sin que el destinatario conozca la identidad del comprador. Aunque al final todo el mundo acaba descubriendo al autor de su regalo, la gracia está en intentar mantener el secreto el máximo tiempo posible.
La mecánica del juego es sencilla. En primer lugar, se escriben los nombres de los participantes en papelitos doblados y se introducen en una bolsa o recipiente común. Después, cada persona cogerá un papel y deberá comprar un regalo a la persona que le haya tocado.
Origen en Venezuela
Al parecer, el origen del «amigo invisible» se encuentra en Venezuela, donde se reunían las damas de la alta sociedad para intercambiarse regalos aleatorios. La costumbre, denominada «compadre secreto de papelito», se inició a principios del siglo XX y se extendió a los países vecinos. Al final, se acabó exportando también al continente europeo.
Internet, una fuente inagotable de propuestas
Si tienes previsto organizar un «amigo invisible» o sabes que participarás en algún juego de este tipo, es interesante empezar a tomar ideas. La clave es la originalidad. Los regalos del amigo invisible suelen ser de bajo o medio presupuesto, por lo que vale la pena estrujarse un poco el cerebro para no caer en los tópicos y conseguir un obsequio original.
En internet, no faltan las propuestas. Los comercios online especializados ofrecen ya amplios catálogos con ideas para el «amigo invisible«, donde se pueden encontrar objetos de todo tipo y adaptados a todos los bolsillos. Para ayudarnos a elegir, las páginas incorporan filtros que nos permiten seleccionar el regalo en función del destinatario y del presupuesto con que contemos para realizar la compra.
Algunos de los objetos más vendidos son los siguientes:
- Llavero alcoholímetro: es un pequeño dispositivo que marca el nivel de alcohol consumido e indica si estamos o no en condiciones de conducir. El precio no llega a los 10 euros.
- Mapamundi magnético para el frigorífico: una forma original de planificar rutas o recordar los lugares donde hemos estamos. Cuesta 20 €.
- Guantes táctiles personalizados: permiten manipular el móvil sin necesidad de desenfundarse los guantes. Además, se pueden bordar con el nombre que deseemos. No llegan a los 12 €.
- Bandeja para sofá personalizada: es una superficie con bolsillos que se puede situar fácilmente en el brazo del sofá. También es personalizable y cuesta menos de 40 €.
Entre los más novedosos y divetidos, podemos encontrar:
- Medidor de pasta con siluetas: permite colocar la pasta dentro de unos compartimentos para calcular exactamente las raciones. Cuesta 10 €.
- Escurridor de platos en forma de césped: es un complemento divertido que se aleja del típico escurreplatos de madera o metal. Vale 22 €.
- Bolsa de té en forma de buzo: este curioso regalo para los amantes del té que no llega a los 15 €.