¿Qué pensarían nuestro ilustres jesuitas hispanos de la Escuela de Salamanca, a los que algunos herejes y apóstatas les han colgado títulos absurdos, si vieran nuestras antiguas repúblicas católicas convertidas en Estados liberales laicos que se pasan por el arco del triunfo la Ley y la Voluntad de Dios y fomentan la perdición de las almas?
«Los preceptos del Decálogo, como tales, no pueden ser dispensados ni aún por el poder civil»
Padre Luis de Molina S.I.
«Los superiores de la República son llamados pastores que deben dar su vida por sus ovejas, administradores, no señores, funcionarios de Dios, no causas principales; luego, en el uso de tal poder, están obligados a ajustarse a la intención de Dios»
Padre Francisco Suárez S.I.
