En el cancionero popular circula una coplilla que dice: Suena una vez la flauta de Bartolo con un agujero solo.
Sonó hace cuatro años, hoy aquellos ídolos con cuatro años más encima han caído y dentro de equis días los veremos llegar a España con el rabo entre las patas, porque han caído ante otros que les han comido la tostada.
No me alegro, pero sí me alivio al ver que a esos ídolos forrados de dinero propio, tenían una prima de tres cuartos de millón de euros si conseguían ganar, como no ha sido pues se quedan compuestos y sin novias ante las escaleras que nunca subirán por ahora.
Supongo que ese dinero, ante la escasez que tenemos en toda España, podrá servir para dar de comer a tantas personas que acuden a los comedores de Cáritas. Esto siempre es mejor que engodar a los que ya están fondones de doblones.