«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Sony Pictures pide perdón por ofender a los 'alérgicos' en su última película

La nueva película de animación Peter Rabbit muestra a un personaje alérgico a las moras.


A uno casi se le atraganta el desayuno cuando revisando las redes sociales a primera hora, se encuentra con el siguiente titular: «Sony Pictures pide perdón a los alérgicos por el contenido de su última película». Bien, pensé mientras cerraba el puño. Por fin una causa con la que me puedo identificar y por la que estoy dispuesto a luchar. Es intolerable que las grandes compañías no tengan en cuenta el sufrimiento que padecen personas que como yo, no pueden tomar ciertos alimentos.
Imaginen por un momento mi cara en las cenas de Navidad cuando mi familia se pone morada de langostinos y centollos mientras yo, con la cabeza gacha, me limito a esperar el cochinillo con mirada -nunca mejor dicho- de cordero degollado. ¿Es que las productoras mundiales no van a tener en cuenta nuestra situación? ¿No es suficiente grave ya nuestro problema para tener que aguantar cintas de animación que lo parodien?
Nótese la ironía, claro. Me tengo que poner serio porque el mundo actual está llegando a unas cotas de absurdez que creo que me superan. La policía de lo políticamente correcto ha tomado la corriente de pensamiento dominante y ahora películas que parodian la vida en el campo de unos conejos -los animalistas estarán al caer- ofenden. No habrá cosas en el mundo por las que preocuparse que ahora tenemos que centrar nuestra atención en el contenido de un filme dirigido a los más pequeños.
Nadie, repito nadie, se pueden sentir ofendido por el contenido de Peter Rabbit. A nadie le puede ofender que Sony muestre la vida de una persona alérgica y las bromas -por muy pesadas que sean- de varios conejos contra él. El único problema reside en las mentes de ciertos sectores de la sociedad que pretenden imponer su visión del mundo a través de una censura que impide tocar cualquier tema comprometido o de actualidad, excepto desde el prisma que ellos previamente han seleccionado.
«Queremos pedir disculpas. Ni el equipo ni los cineastas hemos sidos conscientes de la gravedad del tema y queremos disculparnos sinceramente con aquellos que se hayan podido sentir discriminados», aseguran desde la compañía. Hace unos días El Mundo Today publicaba un artículo con el siguiente titular: «Las primeras palabras de un niño ofenden a varios colectivos». Un medio satírico ha realizado el mejor diagnóstico de la sociedad actual. ¿Suena paradójico, verdad?
«Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros», aseguró Marco Tulio Cicerón en la Antigua Roma. Una frase cuya permanencia hoy en día está sujeta a unas modificaciones: «Continúan siendo malos tiempos. Los padres no pueden mandar a sus hijos y unos pocos creen estar en posesión de la razón». Pues eso.

 

TEMAS |
Fondo newsletter