El piloto español Carlos Sainz, con 17 participaciones y cuatro triunfos en el Rally Dakar, llega a la prueba en 2025 «lo mejor preparado posible» y con el objetivo de «romper las estadísticas», ya que nunca ha ganado un coche nuevo, al mismo tiempo que celebra que el ADN de la carrera se mantenga, después de haber pasado por África, Sudamérica y, ahora, Arabia Saudí.
«Es una experiencia que se repite, pero siempre sientes un poco sensaciones diferentes dependiendo del ‘approach’, del coche, de cómo ha ido el año, dependiendo de muchas cosas. Hay ciertas similitudes y ciertas cosas nuevas, es otro periodo de tu vida, van cambiando cosas, pero lo más importante es que sigo teniendo el gusanillo según se va acercando el día», ha explicado antes de un evento de su patrocinador Red Bull.
Como ganador en cuatro ocasiones del Dakar, Sainz habla desde la experiencia y no coincide con las opiniones que hablan de una pérdida de esencia en el Dakar más moderno. «He vivido la carrera en África, en Sudamérica y en Arabia Saudí, y el ADN de la carrera, que probablemente el termómetro para medirlo mejor es el porcentaje de abandonos, no ha variado, en ese sentido ha mantenido su ADN», valoró.
Además, Sainz entiende que Arabia Saudí, donde se corre desde 2020, «es cierto que ha venido muy bien al Dakar, porque es un entorno donde se dan todas las circunstancias para que los organizadores puedan poner un Dakar en condiciones». Asimismo, el piloto madrileño asegura que, «desde el primer año que llegué yo al Dakar, desde luego, es una carrera al esprint. Este año va a haber etapas que no hay motos delante, yo diría que hay días a lo mejor que no es tanto correr, porque nadie quiere abrir la carrera sin huellas y en ese sentido quizás sea un poco más táctica de lo que era».
Así, el veterano piloto espera «una primera semana de carrera donde muchos favoritos ya van a quedar descartados», mientras que en la segunda semana, donde ya se habrá disputado esa etapa de 48 horas, espera «estar luchando por ganar la carrera», ante un número de rivales «ya bastante reducido».