El campeón del mundo de Rallies y leyenda del automovilismo español, Carlos Sainz Sr, está considerando competir contra Mohammed Ben Sulayem para ser el próximo presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). A sus 63 años, el doble ganador del Rally Dakar está valorando seriamente postularse al frente del organismo que rige las competiciones más importantes del motor, incluida la Fórmula 1.
Distintas figuras influyentes del entorno automovilístico han entablado conversaciones con Sainz para invitarlo a presentar una candidatura de corte reformista y orientada a recuperar la credibilidad institucional de la FIA. La propuesta, según fuentes próximas al piloto, nace del deseo de ofrecer a los miembros votantes una alternativa seria, centrada en la transparencia y el liderazgo constructivo.
El actual presidente, Mohammed Ben Sulayem, también de 63 años y ex piloto de rally, asumió el cargo en 2021 en sustitución de Jean Todt, quien lideró la FIA durante más de una década. Sin embargo, su gestión ha estado envuelta en una sucesión de polémicas que han erosionado su imagen dentro y fuera del paddock.
Uno de los episodios más significativos tuvo lugar recientemente, cuando el vicepresidente de deportes, Robert Reid, renunció públicamente, alegando una «ruptura grave en los principios de gobernanza» y criticando la toma de decisiones sin el debido procedimiento. Su dimisión fue precedida por una situación tensa en febrero, cuando a varios miembros del Consejo Mundial se les prohibió participar en una reunión por negarse a firmar cláusulas de confidencialidad impuestas desde la cúpula.
David Richards, delegado del Reino Unido y también excluido en ese episodio, llegó a publicar una carta abierta en la que cuestionaba la deriva autoritaria de la organización. «La concentración de poder y la falta de transparencia están minando los pilares democráticos de la FIA», sentenció, dejando entrever un creciente malestar entre los integrantes del ente regulador.
A ello se suman otras controversias que han afectado directamente a la figura de Ben Sulayem. Desde comentarios despectivos en redes sociales hasta investigaciones internas por supuesta injerencia en decisiones deportivas —de la que fue posteriormente exonerado—, el emiratí ha estado en el centro de la tormenta mediática. Incluso llegó a ser advertido por abogados de la Fórmula 1 tras sus declaraciones sobre el valor comercial del campeonato.