Fernando Alonso, piloto de Aston Martin que hasta ahora no había logrado puntuar en ninguna carrera del mundial, por fin ha conseguido romper su mala racha en un escenario muy especial: el Gran Premio de España. El asturiano, animado por el calor del público en Montmeló, logró sumar sus primeros puntos de la temporada tras una carrera complicada y llena de obstáculos.
La prueba no comenzó bien para el bicampeón del mundo. En las primeras curvas fue embestido por Liam Lawson, lo que comprometió su ritmo desde el inicio. Más adelante, en una maniobra arriesgada, Alonso perdió el control del monoplaza y terminó saliéndose de pista, quedando expuesto y cediendo posición frente al joven Gabriel Bortoleto.
A pesar de los contratiempos, el piloto español no se dio por vencido. Tras realizar su primera parada en boxes, regresó a pista en la 18ª posición. Lejos de conformarse, se lanzó a una remontada agresiva, aprovechando cada oportunidad y empujando su Aston Martin al límite.
La recompensa a su perseverancia llegó en las últimas vueltas. Primero superó a Bortoleto y después volvió a adelantar a Lawson, recuperando posiciones cruciales en la recta final de la carrera. Cruzó la línea de meta en décimo lugar, pero una sanción posterior a otro piloto lo colocó finalmente en novena posición, asegurando así dos valiosos puntos.
El propio Alonso había adelantado en los días previos que correr en casa le daba una motivación especial. El apoyo incondicional de la afición en el Circuit de Barcelona-Catalunya pareció darle ese empujón extra que necesitaba para volver a la zona de puntos. Una pequeña victoria en una temporada que hasta ahora había sido cuesta arriba.
