Agentes de la Policía Nacional han detenido a Kike Salas, jugador del Sevilla Fútbol Club, por presuntamente forzar que le sacaran tarjetas amarillas para que personas de su entorno ganaran dinero con apuestas deportivas.
Un juzgado de Morón de la Frontera (Sevilla) investiga al futbolista por un delito de estafa.
Además, han sido arrestados dos amigos del defensa del Sevilla en el marco de una investigación que indagará ahora en el análisis de diferentes pruebas, entre ellas las conversaciones mediante los teléfonos móviles.
La investigación se centra en presuntas apuestas ilegales por las que el jugador habría forzado tarjetas amarillas en encuentros oficiales de LaLiga EA Sports en connivencia con personas de su entorno. Los partidos se celebraron en el tramo final de la pasada temporada, en la que el equipo hispalense consiguió mantenerse en Primera División.
Los investigadores sospechan que el sevillista podría haber participado en una treintena de apuestas amañadas desde Morón de la Frontera, lo que habría generado unas ganancias de unos 10.000 euros en un mes.