El expresidente de Correos e íntimo amigo de Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano, deja la empresa pública, tras su salida hace unos días, en la bancarrota. En concreto, desde 2018, cuando Sánchez llegó a la Moncloa y colocó a su amigo como responsable de la compañía pública postal —uno de los mayores sueldos públicos del país— acarrea pérdidas de 1.200 millones de euros. Y eso que su gestión ha coincidido con un boom del comercio online que se inició por la pandemia y continúa actualmente.
El negocio que más se ha resentido en estos seis años, según Vozpópuli, ha sido el internacional, que básicamente consiste en el envío de las mercancías que llegan a través de acuerdos con otras empresas de fuera de España para transportar sus productos en nuestras fronteras. Según el mismo medio, ha pasado de tener un 71% de cuota de mercado, a un 26,6% durante la época Sánchez-Serrano. Además, la compañía pública había construido recientemente un centro logístico con un coste de más de 32 millones de euros para gestionar los envíos internacionales.
Fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien pidió cambios a Sánchez al frente de Correos tras la ruinosa gestión de su amigo. Además, fuentes gubernamentales aseguran que la división internacional se reestructurará por completo en cuanto sea posible.
El nuevo presidente de Correos es Pedro Saura, que dejó la dirección de Paradores para hacer frente a la crisis de la empresa pública postal. Saura fue el encargado de reactivar la cadena Paradores después de la pandemia y devolverla a cifras precrisis. En 2022 cerró su segundo año de beneficios tras la pandemia con 11 millones de euros.