Acaba de publicar Hacienda que a 31 de julio ha enviado un 11% más de dinero a las comunidades autónomas. En 2022 gastaron la nada despreciable cifra de 240.500 millones de euros y presupuestaron para 2023 una subida sobre el gasto real del 6,9% (257.059 millones).
Comprobando los datos, el presupuesto hasta el mes de mayo se ha incrementado hasta los 268.778 millones, es decir, se ha subido el gasto presupuestado en 11.719 millones de euros en sólo cinco meses del año. Si realmente al final del año se gastan lo presupuestado, el gasto de las comunidades se habrá incrementado en un 11,8%.
Desde Hacienda están forzando la máquina del gasto de las comunidades para que luego tengan que ser las sufridoras de los recortes, las que tengan que decir a sus ciudadanos que hay que recortar gastos, las grandes perdedoras oficiales antes sus ciudadanos.
Más del 90% de los gastos de las comunidades se producen porque reciben fondos del Estado, una parte de los impuestos directos e indirectos y otra parte por Transferencias corrientes y por Transferencias de capital. Si un día baja la recaudación de esos impuestos, bajará lo percibido. Y si Hacienda decide recortar en un porcentaje significativo las transferencias, o las comunidades colocan sus propios impuestos o bajarán los gastos. La deriva en la que se está entrando es muy peligrosa..
De los 11.719 millones van 2.113 a la partida de gastos corrientes, es decir, a los gastos generales de las comunidades. Hay también 3.346 millones en transferencias corrientes, que muy posible que van a financiar a los organismos autónomos que tiene dentro de cada región.
También se han subido 2.539 millones para inversiones reales que no se van a utilizar. Siempre se quedan al 60% de lo presupuestado porque los barones regionales no saben en que invertir ni cómo hacerlo.
Y a transferencias de capital va un incremento de 3.516 millones con los que va a pasar lo mismo. Dinero para los organismos autónomos para que realicen inversiones que no se va a ejecutar. Asimismo, en el presupuesto de amortización de préstamos y deudas sólo han tenido que ajustar 80 millones de euros.
La media de gasto a mayo es un 34,6% y todas las partidas están por encima del 30%, salvo los gastos financieros que van a un 45,8% (a buen seguro avanzando el año tendrán que aumentar esta partida). Y por otro están las inversiones reales, que sólo se ha ejecutado el 11,8%, y las transferencias de capital, que lo han hecho en un 14,1%. En inversiones reales y en trasferencias de capital se van a dejar de ejecutar unos 15.000 millones.
