El Informe PISA ha colocado a la educación española a los pies de los caballos, tal y como han recogido la mayoría de medios de comunicación.
En la octava edición de PISA han participado 690.000 estudiantes de 81 países de 15 y 16 años, 30.800 de ellos españoles. Los exámenes se realizaron con un año de retraso debido a la pandemia, en la primavera de 2022.
Pero, ¿ha tenido España un resultado tan malo como dicen los medios?
«España ha obtenido sus peores resultados en el informe PISA desde que la prueba educativa, la más importante del mundo, empezó a publicarse en el año 2000″. «Los alumnos españoles del último curso de la ESO han bajado ocho puntos en matemáticas respecto a la edición anterior, de 2018 ―en la que ya cayeron mucho―, hasta quedarse en 473″. «Los resultados de España en el Informe PISA 2022 son similares a los de la media de la OCDE, ya que la media de los resultados de todos los países examinados es de 472 en Matemáticas (15 puntos menos respecto a 2018)», son algunos de los titulares y afirmaciones recogidas en diarios españoles.
Este estudio se realiza sobre tres materias diferentes: Matemáticas, Lectura y Ciencias. Respecto a la primera materia, los resultados no son tan malos como nos han hecho creer.
La media nacional nos coloca en una posición determinada, la 24, a un punto de Francia y a dos puntos de Alemania. Por su parte la media de la Unión Europea es de 474 puntos, un punto por encima de los resultados españoles, y los países de la OCDE obtienen de media 472 puntos y están un punto por debajo de España.
Para entender mejor en qué posición real se encuentra España, vamos a imaginar que las comunidades autónomas son un país para ver dónde se encontrarían.
Por países el ganador es Singapur que obtiene en Matemáticas 575 puntos, le sigue Japón con 536 puntos, el tercer país es Corea del Sur con 527 y el cuarto y el quinto lugar lo ocupan Estonia, el pequeño país Báltico con frontera con Rusia con 510 puntos y Suiza respectivamente con 508 puntos.
Y a partir de aquí vienen las grandes sorpresas. Resulta que la Comunidad de Castilla y León ocuparía la posición número seis como país con 499 puntos, por encima de Canadá con 497 y que sería el séptimo.
Pero las posiciones octava, novena y décima las ocuparían Asturias, con 495 puntos, Cantabria con los mismos puntos y la décima sería Madrid con 494.
Si seguimos hasta el puesto número 15, nos encontraríamos con la Rioja, en la posición número 11 empatado con Países Bajos con 493 puntos, ocupando Irlanda la posición decimotercera, Bélgica la décimo cuarta y Dinamarca la décimo quinta.
La Unión Europea se iría a la posición 24 y la OCDE a la posición número 27.
Esto nos indica que en los top 10 países del mundo estarían cuatro regiones españolas de las 17, y en cambio para encontrar a Cataluña tendríamos que bajar a la posición 41.
Está claro que Castilla y León tienen una enorme preocupación por la educación, son la región con más provincias, en total nueve y, por lo tanto, la dispersión debería de haberle afectado de forma sustancial. Pero no ha sido así, sacan la mayor puntuación y se colocarían como el sexto país del mundo.
Lo que sí sorprende es que a continuación el resto de las regiones son uniprovinciales, Asturias, Cantabria, Madrid y La Rioja, lo demuestra que el factor uniprovincial parece que sí tiene importancia y que debería de tenerse en cuenta por las regiones multiprovinciales si quieren mejorar su situación.
Cataluña, de nuevo, aparece como un grave problema, porque independientemente del lenguaje, el deterioro de la educación está siendo inmenso en una región que en el pasado era de las mejores de España.
Cataluña debe de hacer una reflexión profunda, porque con esa posición mundial, pasa a ser insignificante educativamente y se coloca al nivel de Turquía.
Y, para terminar, si miramos de esta forma cuál es la situación de España, podemos decir que en España el problema real lo tienen ocho regiones que son País Vasco, Baleares, Extremadura, Murcia, Cataluña, Castilla La Mancha, Andalucía y Canarias.
Pero que hay otras cuatro que pueden mejorar en los próximos tres años, Galicia, Aragón, Navarra y Comunidad Valenciana, que a poco que hagan pueden plantarse en la élite mundial.
Y a su vez esos ocho restantes tienen que tomar decisiones para mejorar, aunque, con el efecto socialismo gobernante por muchos años, como Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha, lo tienen complicado.