Hace unos días publicamos un análisis de cómo el Gobierno de España se estaba dedicando a sisar de los ingresos que corresponden a las comunidades autónomas unos 17.500 millones de euros, enviándoles en lugar del 43% que les corresponde menos de un 36%, y eso le permitía quedarse con 37.000 millones más de caja, que iban al Banco de España a engordar las cuentas corrientes, listas para pagar favores a quien haga falta.
Veamos ahora cómo, para cuadrar las cuentas de un mes malo de cobros como ha sido noviembre, en el que la recaudación de impuestos del mes se ha quedado en 16.000 millones en lugar de los 41.000 millones que entraron en octubre por los cobros de impuestos a las pymes, la solución pasa por tirar de la caja del Banco de España.
Cualquier gran empresa de España que tenga en la caja menos de cuatro meses de gastos para poder hacer frente a cualquier imprevisto, o cualquier pyme que tenga menos de seis a nueve meses de tesorería, está en dificultades económicas o terminará cayendo en la primera crisis de ventas.
El Estado a cierre de octubre tenía un mes y medio de caja y una deuda del 116% del PIB equivalente a 1,5 billones de euros y hasta ahora no tenía problemas porque el BCE nos compraba la deuda y nos costaba un 0% de interés, pero el chollo se ha terminado.
El mes de enero será ya muy duro para el Tesoro español, pues tendrá que colocar la deuda en los mercados financieros y cada vez que pida dinero va a tener que explicar para qué lo quiere, como le pasa hoy a cualquiera de las empresas del IBEX. Por lo tanto, para que el endeudamiento no suba, lo que hacemos es tirar de caja y hacer que esta baje. Demuestra de nuevo la incompetencia de un Gobierno económicamente grogui. El área económica del Gobierno está tocada por los golpes de realidad que se da cada día.
En octubre, el equipo económico de Pedro Sánchez siguió pagando gastos y a proveedores, llegó a 178.727 millones y pagó 184.818, con lo cual se colocó en un déficit de 6.090 millones en este mes. Tras pedir dinero por 62.776 millones, surgió una necesidad de financiación que subió en esos 6.090 millones y llegó a la cifra de endeudarnos en 68.866 millones, cuando había en el Banco de España 58.000 millones de euros.
En noviembre se reducen drásticamente los ingresos a 16.000 millones que, si se resta lo que se mandan a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, quedan en la Administración Central 9.302 millones. Como hay que seguir pagando los gastos del Estado, se gastan 24.868 millones, lo que deja un déficit de 15.567; pero como además vence deuda que hay que renovar y para que no se dispare la necesidad de financiación, agarramos la chequera del Banco de España y se funden 14.619 millones de euros. De esta manera parece que hemos quitado deuda y sólo necesitamos 9.199 millones más para equilibrar las cuentas del Estado.
Terminó el undécimo mes de 2022 con una deuda acumulada en el año de 78.065 millones y con sólo 43.470 millones de euros en el Banco de España. Como diciembre suele ser malo en recaudación, comparado con octubre y muy similar a noviembre, y como el Gobierno tendrá que seguir pagando lo que debe, todo suena a que se endeudará en otros 15.000 millones o tendrá que volver a tirar de caja y dejar al Banco de España bajo mínimos.
A estas alturas, más dinero no les van a poder quitar a las comunidades y ayuntamientos. Así, es posible que tomen los 6.000 millones de euros que les van a mandar desde Bruselas de los fondos NextGeneration y hacen lo mismo que las otras veces: usarlo para pagar facturas.
