La inversión inmobiliaria española cayó un 47% en el primer semestre del año, hasta los 5.194 millones de euros, en comparación con el mismo periodo del ejercicio previo, según los datos de la compañía de consultoría y servicios inmobiliarios CBRE.
La compañía ha detallado a través de una nota de prensa que el 59% de la inversión en el semestre se concentró en el primer trimestre, mientras que el volumen total alcanzado está en línea con la media de la última década a pesar del ajuste experimentado, alineado con las previsiones a la baja anunciadas a principios de año por CRBE en vista de la alta volatilidad.
«En una primera mitad de año convulsa en el plano macroeconómico y geopolítico, el sector inmobiliario español es de los que mejor está resistiendo en Europa, con especial protagonismo del inversor privado, menos dependiente de financiación», ha agregado el comunicado, que ha cifrado que este tipo de inversor ha concentrado el 21% del capital invertido en el mercado nacional en el semestre.
Por su parte, los fondos institucionales han cosechado la segunda posición en el perfil inversor con un 15%.
Madrid y Barcelona se mantuvieron como destinos predilectos de los inversores, acaparando el 58% de la inversión (32% y 26% respectivamente), porcentajes algo superiores con respecto al mismo periodo del año anterior; las Baleares escalaron a la tercera posición en el ranking (12%), gracias al buen impacto del sector hotelero.
Respecto al origen, el perfil internacional volvió a liderar la inversión con un 60% del volumen total (misma cuota que en el primer semestre de 2022), destacando el inversor americano (15%) y el francés (11%).
Por sectores, los datos recabados por CBRE apuntan que el sector living acaparó el 31% de la inversión con 1.629 millones de euros, alentado por las grandes operaciones de carácter corporativo, en tanto que el sector hotelero escaló a la segunda posición con 1.390 millones de euros impulsado por el interés inversor en el segmento del lujo, que supuso la mitad de este importe.
El tercer puesto fue ocupado por el sector de oficinas, en el que se invirtió el 14% del total, unos 716 millones de euros, seguido s por el retail, que concentró el 10% con 539 millones.
De cara a la segunda mitad del año, desde CBRE esperan que la actividad inversora presente signos de reactivación para alcanzar un volumen total en el ejercicio de unos 11.500 millones de euros, en la media de los últimos años.
«Los fundamentos del mercado anuncian pronósticos más alentadores de cara a la segunda mitad de 2023, siendo el ajuste que se pronostica de entre el 30-40%, si se compara con 2022″, ha señalado la directiva de CBRE España, Paloma Relinque.