El despliegue del nuevo sistema de cotización de autónomos en función de sus ingresos reales continuará desarrollándose en 2025, en el que los trabajadores por cuenta propia que coticen por la base mínima pagarán a la Seguridad Social cuotas mensuales que irán desde los 200 a los 590 euros, dependiendo de sus rendimientos netos. Este sistema de cotización, acordado con las principales organizaciones, arrancó a principios de 2023 y cuenta con un periodo de transición de nueve años, hasta 2032.
Consta de 15 tramos de cuotas que este año, tomando como referencia la base mínima, han oscilado entre los 225 euros hasta los 530 euros y que en 2025 lo harán desde los 200 a los 590 euros mensuales. De cara a 2026, los interlocutores sociales tendrán que pactar los tramos para los próximos años, hasta 2032, previo análisis de cómo ha ido el sistema en estos primeros ejercicios de funcionamiento.
Los autónomos tienen la posibilidad de cambiar de tramo cada dos meses, con un total de seis cambios al año, para adaptar su cotización a las previsiones de ingresos en cada época del año y de su actividad profesional. En este sentido, los rendimientos netos se calculan deduciendo de los ingresos todos los gastos producidos en ejercicio de la actividad y necesarios para la obtención de ingresos del autónomo.
Al final del ejercicio fiscal y una vez conocidos los rendimientos netos anuales, se regularizarán las cotizaciones, devolviéndose o reclamándose cuotas en caso de que el tramo de rendimientos netos definitivos esté por debajo o por encima del indicado por las previsiones durante el año. Debido a este nuevo sistema de cotización, todas aquellas personas que hayan estado dadas de alta como autónomos, aunque sólo sea un día, están obligadas desde este año a hacer de manera obligatoria la declaración de la Renta.