Las empresas Stellantis y la china CATL han anunciado la creación de una fábrica para la construcción de una planta de baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) en Zaragoza, con una inversión de hasta 4.100 millones de euros. La fábrica, que prevé que inicie su producción a finales de 2026, podría alcanzar una capacidad de hasta 50 gigavatios/hora (GWh), en función de «la evolución del mercado eléctrico en Europa».
En un comunicado lanzado por el grupo automovilístico, aseguran que la empresa conjunta «impulsará la oferta de LFP de Stellantis (…), lo que permitirá al fabricante de automóviles ofrecer más turismos, crossovers y SUV eléctricos de batería de alta calidad, duraderos y asequibles en los segmentos B y C con autonomías intermedias». En este sentido, fuentes de la compañía ponen en valor que la inversión es una de las «más importantes» de la historia de Stellantis en España.
El anuncio llega apenas unas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reuniera en el Palacio de La Moncloa con el presidente de CATL, Robin Zeng, para discutir el proyecto de esta futura gigafactoría aragonesa. A día de hoy, el Gobierno ya ha destinado, tal y como precisan desde el Ejecutivo, más de 5.500 millones de euros de fondos europeos dirigidos a la reindustrialización del sector de la automoción, y la previsión es que esta cuantía aumente próximamente.