La invasión de Ucrania por parte de la Rusia de Vladimir Putin, de la que están a punto de cumplirse dos años, produjo una importante fuga de multinacionales del país, que decidieron cesar sus operaciones hasta que finalizara la guerra. Fue el caso de compañías como la española Inditex, a la que pertenece Zara, Starbucks o Ikea. Una decisión que ha sido aprovechada por oligarcas rusos para tratar de cubrir los huecos dejados por esas empresas con plagios made in Rusia.
En el caso de Inditex, la empresa española fundada por Amancio Ortega, se anunciaba el cierre de sus casi 500 tiendas en marzo de 2022. En total, el cese temporal de sus operaciones en Rusia —no descatan volver al país si cesa la invasión—, llevaba al cierre de las 500 tiendas de Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka, Stradivarius y Oysho. El gigante textil renunciaba, de esta forma, al 8,5% de sus beneficios.
Ahora, Zarina, perteneciente al conglomerado Melon Fashion Group (MFG) trata de imitar a Zara con una firma con productos y tipografía muy parecidos a los de la marca española. Además, igual que el grupo español, tratan de llegar a distintos públicos con diferentes firmas como Befree, Love Republic y Sela. Aunque sólo operan en Rusia de forma online de momento, han llegado a abrir casi 900 tiendas en Rusia, Armenia, Kazajistán y Bielorrusia.
La apuesta de MFG es tan importante que incluso han contratado como imagen a la actriz Natalia Oreiro, una actriz de telenovelas uruguaya que es una súper estrella en Rusia y a la que Putin concedió incluso la nacionalidad.
El caso de Zarina no es único, Starbucks o Ikea también han visto como tras su salida del país han surgido plagios que tratan de reemplazarlos. Swed House, que vende muebles y productos de hogar de «estilo escandinavo» ya cuenta con diez tiendas y más de 100 empleados, y Stars Coffee trata de llenar el hueco dejado por la cafetera reconociéndolo abiertamente con su lema «los dólares se fueron, pero las estrellas quedaron».
