«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EDITORIAL
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24 de mayo de 2021

Aguanten, españoles

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. EUROPA PRESS

Comienza una nueva semana en España y tras dos años de Gobierno errático, imprevisible, mentiroso y confuso de Pedro Sánchez, ni el vidente Rappel podría decir qué es lo que va a ocurrir los próximos días. A estas horas nadie puede prever, ni el propio Gobierno, qué nuevo globo sonda tributario se lanzará, o qué nuevo mecanismo absurdo de subvenciones a la nada ecosostenible se nos anunciará, qué nación extranjera mostrará nuestras debilidades, qué nuevo guiño hacia el separatismo catalán se escenificará en el Charlamento, qué medida descabellada se colará de tapadillo en el BOE o cómo será España en el año 3768 d.L.C. (después de Largo Caballero).

Quizá, por todo lo vivido en las últimas dos semanas, sea una semana propicia para distraer a los tertulianos adictos con un nuevo e irresponsable ataque a la Corona, o puede que algún comité de expertos gubernamental, clandestino y secreto, asombre al mundo con una combinación absurda de vacunas. Podría dimitir alguien más del equipo económico sin dar ninguna explicación, o incluso podría darse la maravillosa sorpresa de que la ministra portavoz diga algo inteligible.

Quizá, y sólo quizá, un ministro, uno cualquiera, incluso un cualquiera, anuncie un peaje sanitario para los millonarios insolidarios que cobren más de 40.000 euros brutos en 14 pagas, o un IVA superreducido para las hamburguesas sostenibles derivadas del gusano amarillo. ¿Qué abyecto enemigo capitalista estará los próximos días en el centro de la ira gubernamental? ¿El mercado del alquiler que ha soportado el desastre de la pandemia? ¿Los automóviles que nadie compra? ¿Amancio Ortega por retirar las tiendas Zara del Estado fallido de Venezuela? Chi lo sá lo que luego ocurrirá

No lo sabemos. Nadie lo sabe. Ni siquiera sabemos si nuestra Política Exterior se volcará en el apoyo a un candidato hispanófobo de Sendero Luminoso en Perú o si habrá vida inteligente en el Palacio de Santa Cruz. Hasta ese extremo llegamos. La experiencia acumulada durante estos dos años sólo nos ofrece para la próxima semana una certeza: la de que el Gobierno no va a decir ni una sola verdad.

En cualquier caso, la única buena noticia es que, si los españoles resisten, al término de esta semana quedará una menos para que Pedro Sánchez, quizá doctor en Economía y seguro presidente del Gobierno de la nación que peor ha gestionado la pandemia en dura pelea con la Argentina del kirchnerismo, no tenga más remedio que convocar elecciones.

Aguanten, españoles. Hagan lo imposible por aguantar. Aunque lo parezca, no hay Sánchez que mil años dure.

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