«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
10 de junio de 2023

El buenismo embrutece

Flores amontonada en el paque infantil de Annecy, en Franci, en el que un refugiado sirio trató de matar a cuchilladas a cuatro niños pequeños (Peter Byrne / Pa Wire / Dpa)

Hay una novela sobre las guerras del narco en la frontera sur de los Estados Unidos, El poder del perro, del escritor estadounidense Don Winslow, que comienza con con el relato de un sicario de un cartel que asesina a un bebé delante de su madre. Es una escena durísima y aterradora, pero necesaria para presentar a los lectores la dimensión exacta del mal y por qué sólo debemos sentir dolor por la víctima y una infinita repugnancia por una persona capaz de cometer un crimen tan abyecto. Sin empatías, disculpas, atenuantes o melindres.

Anteayer, un refugiado sirio apuñaló a cuatro niños de menos de tres años en un parque infantil de la ciudad francesa de Annecy. Un vídeo grabado por un transeúnte nos muestra los gritos desgarradores de una madre que trata de impedir, pero no lo consigue, que el terrorista apuñale a su hijo sentado en un cochecito de paseo. A estas horas, dos de los pequeños continúan en estado crítico. El vídeo es perturbador y doloroso en extremo para todos los que somos padres, pero necesario para conocer la dimensión exacta del mal y por qué sólo debemos sentir dolor por las víctimas y una repugnancia infinita por alguien capaz de cometer un crimen tan abyecto. Sin empatías, disculpas, atenuantes o melindres.

Por desgracia, una parte de la sociedad, en particular determinados medios de comunicación y ciertos señalados —por famosos— periodistas, han reaccionado lamentando el perjuicio que las imágenes del crimen causan a su ideología y el hipotético beneficio que pueden conceder a una determinada opción política.

Este es el increíble nivel de embrutecimiento alcanzado por ciertos personajes, partidos y medios, que tras participar durante décadas de manera activa y subvencionada en la creación de una opinión pública favorable a la entrada masiva de inmigrantes y refugiados tantas veces incompatibles con nuestra identidad y nuestra seguridad, nos niegan el derecho a estremecernos y a enojarnos mientras nos señalan que el auténtico mal no está en el horrible crimen cometido por el refugiado sirio, sino en que suba el voto a los partidos políticos que representan a los inconformistas y a los enojados.

Aquellos que elevan sus voces ideologizadas para poner sordina a los gritos desgarradores de una madre que trata de defender a su hijo de alguien que jamás debió haber llegado a ese parque infantil de Annecy, deben reflexionar con seriedad sobre el nivel de villanía que han alcanzado.

Noticias de España

.
Fondo newsletter