«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EDITORIAL
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12 de abril de 2021

El reto del presidente Lasso

La victoria de Guillermo Lasso en Ecuador es una magnífica noticia que deben celebrar todos los que en América, en España y en toda la Iberosfera, conocen el riesgo de que el castrochavismo vuelva a imponerse en la región. Durante los últimos catorce años, Ecuador ha padecido el Socialismo del siglo XXI que sólo se moderó gracias a la valentía de de un antiguo cómplice del correísmo como el presidente Lenin Moreno tras la fuga en 2017 del corrupto Rafael Correa. Catorce años, sobe todo los diez primeros, en los que el socialismo ecuatoriano siguió la hoja marcada por el Foro de Sao Paulo para la destrucción del Estado de Derecho y de la separación de poderes.

La victoria del liberal y conservador Guillermo Lasso en las elecciones de ayer debería poner el punto final a la presencia de la izquierda chavista en Ecuador y su sustitución por una izquierda respetuosa con los principios de una democracia liberal y que no esté al servicio de injerencias de tiranías extranjeras. Pero decimos que debería poner el punto final porque, por desgracia, la historia reciente en muchas naciones de la Iberosfera nos muestra lo fácil que es sucumbir a tentaciones de moderación que sólo allanan el camino para el regreso triunfal del enemigo como ocurrió en Argentina tras la penosa gestión del moderado Mauricio Macri, que desenrolló la alfombra roja por la que se paseó el infame kirchnerismo de vuelta a la Casa Rosada.

Ese es el gran reto del presidente Lasso en los próximos cuatro años. Gestionar la crisis que azota Ecuador, atender a la diáspora ecuatoriana olvidada por el correísmo y limpiar las instituciones del Estado de cualquier resto de correísmo, garantizando así la separación real de poderes y estableciendo alianzas con el resto de naciones de Iberoamérica cuyos gobiernos están en la batalla por la libertad. Para ese reto necesitará la fuerza de las convicciones de esa mayoría de ecuatorianos que han depositado su confianza en él como presidente hartos de tanta corrupción y violencia política.

Para esa batalla cultural y política, el presidente de Ecuador podrá contar siempre con La Gaceta de la Iberosfera y de todos los que en ella escriben. Por eso, con lealtad, le avisamos de que si por cualquier crisis personal insuperable, el presidente Lasso tiene un momento de debilidad y cree que él sí sería capaz de amansar a la fiera castrochavista con políticas de contemporización, sólo le pedimos que mire a Bolivia, en concreto al penal paceño de Miraflores en el que la expresidente Jeanine Áñez pena su estrategia de moderación con el socialismo.

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