«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EDITORIAL
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13 de mayo de 2023

Tiempo de promesas

Las representación fiel de los deseos e intereses de los votantes de una fuerza política es el mayor acto de responsabilidad de un cargo electo. En puridad, esa debería ser la esencia del sistema democrático, la de que los elegidos tomen los votos de los electores como un contrato de obligado cumplimiento. Y, sin embargo, la experiencia acumulada en 45 años de democracia madura nos cuenta que esto no es así.

Nadie puede decir, sin entrar en conflicto con su conciencia, que votó al PSOE, por ejemplo, para indultar a golpistas, apoyarse en la ETA, imponer leyes identitarias, disculpas a los malversadores o rebajar las penas a los violadores. Igual que nadie que haya votado al PP podrá decir que lo hizo para que ese partido aceptara sin oposición las imposiciones basada en el fanatismo climático y neomalthusiano de la Agenda 2030, subiera impuestos, nos forrara a multas y tributos, renunciara a proteger la libertad de pensamiento fundamental en un Estado de Derecho o mantuviera las leyes ideológicas acientíficas de la izquierda que convierten lo irreal en un derecho.

Como decimos, durante muchos años, lustros y décadas, los sufridos invitados a la fiesta de la democracia hemos tragado campañas electorales en los que la inmensa mayoría de la clase política lo ha prometido todo y a cambio hemos recibido bien poco de unos políticos y una administración antipática que persigue implacable al sufrido, honrado y a veces desesperado contribuyente.

Esta campaña que ayer comenzó no será diferente. Será tiempo de promesas. Lo único que podría diferenciarla de otras campañas es la enorme experiencia en frustraciones acumulada por los votantes tras décadas de incumplimientos.

Por eso, lo importante en esta campaña debe ser escuchar a los candidatos y tras un honrado proceso de reflexión personal, votar seguro de que el elegido tomará la urna como un mandato de representación fiel y leal y no como un buzón de sugerencias o como una papelera. Que es lo más habitual.

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