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Ábalos cambió de teléfono poco antes de que el Supremo ordenara investigar sus llamadas

El exministro de Transportes y diputado por el Grupo Mixto, José Luis Ábalos. Gabriel Luengas

El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, modificó su número de teléfono poco antes de que el Tribunal Supremo ordenara a la UCO de la Guardia Civil investigar su tráfico de llamadas y mensajes. Este cambio de dispositivo se suma a los realizados previamente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ambos envueltos en polémicas judiciales.

Según ha podido confirmar El Debate, Ábalos utilizó hasta hace dos semanas un número que mantenía desde su llegada al Gobierno en 2018 y con el que se comunicaba con Víctor de Aldama, empresario clave en la trama de corrupción del caso Koldo, así como con su exasesor Koldo García. Este número, que terminaba en «04», ha sido sustituido por otro que finaliza en «11». Ambos teléfonos cuentan con un sistema de borrado automático de conversaciones en WhatsApp, lo que podría dificultar el acceso a pruebas clave.

El juez Leopoldo Puente, instructor del caso en el Tribunal Supremo, ha solicitado un informe detallado sobre el tráfico de llamadas del exministro para determinar con quién estuvo en contacto en los últimos años. Especialmente, busca pruebas de sus vínculos con Aldama y con otras figuras de la trama, como su propio hijo, Víctor Manuel Ábalos Aguado, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, señalado por recibir un sobre con una presunta mordida de 15.000 euros.

El próximo 20 de febrero, Ábalos deberá comparecer en el Supremo, donde el magistrado decidirá si impone medidas cautelares. Entre las opciones, podría decretar prisión preventiva, la retirada del pasaporte o establecer comparecencias periódicas en sede judicial. Su declaración estaba prevista inicialmente para el día 18, pero su abogado solicitó un aplazamiento alegando conflictos de agenda.

Desde que estalló el escándalo, el exministro ha optado por un perfil bajo y ha dividido su tiempo entre Madrid y Valencia, evitando las cámaras y declaraciones públicas.

El volcado del teléfono móvil de Víctor de Aldama, que ha sido desencriptado recientemente por la UCO, ha sacado a la luz mensajes inéditos con altos cargos del Gobierno y del PSOE. En ellos, el empresario manifestaba su indignación por la inspección de Hacienda, que atribuyó a una represalia por negarse a pagar comisiones irregulares.

De hecho, Aldama pidió una reunión privada con Ábalos en febrero de 2022 para exigir explicaciones sobre la inspección fiscal. En el encuentro, que se celebró en la vivienda del exministro en Madrid, el empresario acusó a su entorno de haberlo extorsionado y después traicionado, asegurando que la inspección era una venganza de Koldo García y su círculo.

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