El exministro de Transportes José Luis Ábalos protagonizó un escándalo en septiembre de 2020, en pleno auge de las restricciones sanitarias por la pandemia. Durante una visita oficial a Teruel, el entonces dirigente socialista montó una fiesta privada en la suite principal del parador de la ciudad, a la que acudió acompañado de mujeres que los propios empleados describen como «supuestas novias«.
Ábalos no viajó solo. Lo acompañaban su hombre de confianza, Koldo García, y el hermano de este, Joseba García. Llegaron en una furgoneta junto a varias mujeres y se alojaron en el Parador aprovechando una visita institucional relacionada con las obras ferroviarias en la provincia. Pero lo que comenzó como un desplazamiento de trabajo acabó convirtiéndose en una velada que dejó graves desperfectos en la habitación principal del establecimiento.
Tal y como ha desvelado Okdiario, el personal del Parador fue testigo del caos que se desató en aquella noche. Uno de los trabajadores relató que las mujeres que subieron a la suite parecían «señoritas de compañía» y que la habitación quedó completamente destrozada. Según sus palabras, la situación fue tan alarmante que la dirección del Parador consultó con responsables políticos sobre cómo debían actuar.
El escándalo se vio facilitado por una normativa que, en ese momento, no exigía registrar a cada persona que accedía a las habitaciones, lo que permitió que varias acompañantes subieran sin dejar constancia. Las limpiadoras del establecimiento comentaron después que era mejor «no hacer preguntas», según los testimonios recogidos por el personal.
El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el incremento patrimonial de Koldo García confirma que los tres —Ábalos, Koldo y Joseba— se alojaron en el Parador de Teruel el 15 de septiembre de 2020, dato que figura en las Diligencias abiertas a raíz de la querella de la Fiscalía Anticorrupción.
El nombre de Ábalos ya había aparecido anteriormente vinculado a mujeres contratadas como acompañantes. Él mismo admitió haber pagado viajes a Jésica Rodríguez, aunque aseguró que no se utilizó dinero público. Por su parte, la agenda personal de Koldo incluía múltiples contactos de prostitutas brasileñas, lo que arroja más sombras sobre los actos del círculo íntimo del exministro.
