El peritaje encargado por el Tribunal Supremo para verificar si la letra manuscrita en los listados de obra pública aportados por Víctor de Aldama era de Koldo García lo confirma. La experta caligráfica María Eugenia Pérez ha sido la encargada de realizar el análisis, cuyo dictamen avala que las anotaciones corresponden al exasesor de José Luis Ábalos. El informe respalda así la versión del empresario, que ya había apuntado directamente a García como el autor de los escritos.
En su declaración, sin embargo, Koldo García negó rotundamente que esos documentos fueran de su puño y letra, lo que llevó al juez instructor a solicitar un cuerpo de escritura para poder contrastar grafías. A partir de esa muestra, la perito ha establecido sin margen de duda que las notas manuscritas incluidas en los documentos entregados por Aldama pertenecen al antiguo colaborador del exministro de Transportes.
Los listados que desataron esta investigación fueron entregados por Aldama como parte de su colaboración con la justicia. En ellos figuran licitaciones vinculadas al Ministerio de Transportes, acompañadas de observaciones escritas a mano. Según su testimonio ante el Alto Tribunal, estos documentos le eran facilitados personalmente por Koldo García, quien, supuestamente, le indicaba qué contratos habían sido manipulados a cambio de pagos ilegales.
El relato de Aldama fue inicialmente desmentido por García, lo que provocó una intensificación de las pesquisas. Para sostener su versión, el empresario aportó una fotografía de uno de los listados, tomada supuestamente por el propio Koldo, en la que aparece claramente su silueta reflejada. Esta imagen reforzó la tesis de que el material procedía directamente del entorno más cercano del exministro.
El dictamen pericial supone un avance clave en la instrucción del caso, ya que vincula de forma directa a Koldo García con documentos que podrían probar una red de amaños y comisiones en la adjudicación de obras públicas, lo que complica aún más su situación procesal. Con la autoría de las anotaciones confirmada, el tribunal dispone ahora de una prueba objetiva que corrobora los indicios señalados por el empresario arrepentido.