El líder de Vox, Santiago Abascal, ha advertido este martes al PP y a Cs de que la aprobación de los presupuestos de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos en los que gobiernan puede peligrar si «permiten el cordón sanitario» para excluir a su formación de la Mesa del Congreso.
Abascal ha lanzado este aviso en su cuenta oficial de Twitter, pocas horas después de que trascendiera una reunión entre el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y la portavoz parlamentaria y vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, para abordar, sobre todo, la composición de la futura Mesa del Congreso.
En esa reunión, según han revelado fuentes del PP, el número dos de los populares ha transmitido a Lastra que no participará en operaciones ni pactos para trazar cordones sanitarios a ninguna fuerza política, en alusión a Vox.
Porque ése es el objetivo de la dirección socialista: evitar que la formación de Abascal tenga representación en los nueve puestos que integran el órgano de gobierno del Congreso.
La Mesa se encarga de la gerencia interna de la Cámara y de perfilar la agenda legislativa, así que tener presencia en ella garantiza al menos expresar la posición de los grupos al respecto. Los partidos que se hagan con la mayoría serán los que influyan en dicha agenda.
Pero estar en la Mesa proporciona, además, una posición de máxima representación institucional, pues el Congreso es la tercera institución del Estado.
Vox quiere figurar en este órgano dados sus 52 escaños, que le han aupado a tercera fuerza parlamentaria tras el PSOE y el PP.
Por ello, Abascal ha advertido a los populares, pero también a «lo que queda de Cs -ha dicho-«, de que si «siguen colaborando en el linchamiento mediático a Vox y permiten el cordón sanitario» para sacarles de la Mesa, habrá consecuencias en los presupuestos de los gobiernos que ambos han formado en comunidades como Madrid o Andalucía, o en ayuntamientos como el de Madrid o Zaragoza.
Si es el caso, Abascal ha escrito esto: «Entenderemos que han elegido -PP y Cs- a PSOE y Podemos para aprobar los presupuestos allí donde gobiernan». «Tampoco nos sorprendería», ha apostillado.
Que el PP haya dicho al PSOE que no se implicará en su operación para apartar a Vox de la Mesa no significa que los de Abascal tengan segura su entrada.
Para que la exclusión se haga realidad, los socialistas deben salvaguardar la unión con Unidas Podemos y con las demás formaciones regionalistas, nacionalistas e independentistas, lo que para la votación de los nueve miembros de la Mesa, el próximo 3 de diciembre, parece garantizado.
Pero también debe ocurrir que el PP y Vox no acuerden un reparto entre ellos de los puestos a los que puedan aspirar, que serían cuatro.
Si los populares, 89 diputados, votan a su candidato sin que Vox participe en la combinación y el PSOE y los demás partidos hacen votaciones pactadas, la formación de Abascal no entrará.
La composición de la Mesa, en caso de que fructifiquen acuerdos para ello, debe cerrarse antes del comienzo de la sesión constitutiva de las Cortes, el citado 3 de diciembre.