«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
entre 2021 y 2022

Aldama confesó a sus socios que hizo de chófer de Sánchez para mantener en secreto ciertas citas del presidente

Víctor de Aldama a su salida de la Audiencia Nacional. Ricardo Rubio

Se conocen nuevas claves del nexo entre Víctor de Aldama y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según publica este viernes The Objective, Aldama habría asegurado a sus socios haber desempeñado un papel clandestino como «chofer informal» del presidente entre 2021 y 2022. Estos desplazamientos, realizados en un Audi A8 blindado, supuestamente buscaban evitar la presencia de escoltas y mantener en secreto ciertas citas del mandatario.

Dos socios de Aldama han revelado al citado diario que el comisionista presumía de un acceso privilegiado al círculo de Pedro Sánchez, algo que habría quedado de manifiesto en reuniones frecuentes en el Palacio de la Moncloa tras la destitución de José Luis Ábalos en julio de 2021. En estas ocasiones, el vehículo blindado de Aldama fue clave, un coche que más tarde se convertiría en el blanco de un ataque a tiros en septiembre de este año, cuando estaba vacío.

Aldama habría utilizado su relación con el exministro de Transportes, Ábalos, como trampolín para acercarse a Sánchez, según las mismas fuentes. Sin embargo, desde Moncloa desmintieron rotundamente cualquier encuentro oficial entre el presidente y el comisionista, asegurando que no hay registros de sus visitas en el complejo gubernamental. Pedro Sánchez, por su parte, tachó las acusaciones como «categóricamente falsas» y señaló que Aldama busca «sembrar dudas» y desviar la atención de sus propias actividades presuntamente delictivas.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, también negó tener vínculos con Aldama o haber recibido pagos relacionados con él, mientras que Esther Peña, portavoz del partido, calificó de «inverosímiles» las insinuaciones sobre un supuesto trato VIP.

El malestar generado entre el cuerpo de escoltas por las supuestas escapadas de Sánchez con Aldama no es menor. Las fuentes consultadas aseguran que los viajes clandestinos, realizados fuera del control oficial, pudieron comprometer la seguridad del presidente. Esta preocupación se sumó a la tensión creada por el ataque al vehículo de Aldama, que muchos interpretaron como una amenaza directa hacia el comisionista.

A pesar de las acusaciones, los vínculos entre Aldama y Moncloa permanecen en el terreno de las insinuaciones. Por ahora, Sánchez se mantiene firme en su postura de desmentir cualquier relación con el empresario investigado, mientras la figura de Aldama sigue generando controversia y sospechas.

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