Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural vuelven a la carga. Las dos plataformas separatistas, en el ojo de la Justicia por su implicación violenta en los sucesos del 1 de octubre, han vuelto a reclamar la presencia en las calles de Cataluña. Para garantizar el acuerdo pactado entre el PSOE y los partidos separatistas —Junts y ERC—, ANC y Òmnium han llamado a sus seguidores a la «desobediencia».
Estas convocatorias, que tradicionalmente han sido de carácter violento, han sido difundidas mediante octavillas, que animan a repetir los actos vandálicos de 2017: «¡Volvamos a hacerlo!». Estos actos, que pretenden fiscalizar en las calles el cumplimiento del acuerdo entre el Gobierno y los partidos separatistas, animan también a la «movilización y desobediencia civil hasta un acuerdo de paz».
Estos mensajes callejeros se están dando paralelamente a los mensajes internos del separatismo. En chats de los partidos como Junts o ECR ya se habla abiertamente de la necesidad de lograr la «unilateralidad». «La ley de amnistía es uno de los aspectos que ha concentrado más polémica. Y entre ellos ha sido lo que han llamado la ‘renuncia a la unilateralidad’, renuncia que no aparece en ningún punto del acuerdo», zanjan las consignas internas de los partidos.
