El Congreso permite desde este martes hablar en catalán, euskera y gallego, facilitando la correspondiente traducción al castellano. También se podrá usar el bable o el aragonés, si bien en este caso los diputados deberán autotraducirse por no tener rango de lengua oficial.
De esta forma, la presidenta de la Cámara, la socialista Francina Armengol, cumple con el acuerdo que adquirió el PSOE con el separatismo el pasado mes de agosto para poder tener una mayoría en la Mesa del Congreso.
El Pleno se ha convocado precisamente para tramitar la reforma del Reglamento que permitirá el uso de estas lenguas. Este cambio no será oficial hasta su aprobación el próximo jueves, pero el PSOE y Sumar hicieron valer su mayoría en la Mesa del Congreso para permitir que en ese debate se puedan usar ya estas lenguas.
Así, desde este martes el catalán será la lengua vehicular de los parlamentarios de ERC. La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, aseguró esta mañana que sus compañeros en el Congreso utilizarán el catalán «desde el minuto uno» y siempre.
La propuesta de VOX para blindar el español
Este lunes, el grupo parlamentario VOX presentó una proposición de reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados con el fin de actualizarlo, evitar que se cometan determinadas prácticas, y blindar el uso del español como única lengua en la Cámara Baja.
Así, recuerda que el pasado 6 de septiembre los grupos parlamentarios del PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y el representante del BNG iniciaron la tramitación por procedimiento de urgencia y en lectura única de una proposición de reforma del Reglamento del Congreso que tiene por objetivo que las lenguas cooficiales puedan ser utilizadas en el ámbito de la actividad parlamentaria. Esto supondría —recordó VOX— que tanto las intervenciones (pleno, comisiones, diputación permanente) como el Diario de Sesiones y las Actas taquigráficas deberán reproducirse íntegramente en la lengua en la que se pronuncien.
Así, sostiene que la utilización de lenguas distintas al español en el debate parlamentario «vulnera el derecho fundamental al ejercicio de la función representativa recogido en el artículo 23 de la Constitución, en tanto que todos los diputados que conforman la Cámara Baja tienen el deber de conocer el español y no otra lengua» y propone blindar el español añadiendo un nuevo apartado en el artículo 15 del Reglamento del Congreso para que recoja que «los diputados están obligados a utilizar el español en el ejercicio de su actividad parlamentaria, tanto en sus intervenciones orales como en los escritos que presenten en el Congreso«.
