El secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegui, ha admitido que su partido estableció una interlocución directa con el PSOE a través del entonces secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, en una gestión facilitada por el empresario Antxon Alonso, propietario de Servinabar y vinculado al entorno socialista de Navarra.
En declaraciones a la prensa desde San Sebastián, Otegui confirmó que mantuvo dos encuentros con Alonso, a quien conoció tras su salida de la prisión de Logroño. Aunque negó tener una relación estrecha con él —»se está diciendo que soy íntimo de Alonso, lo cual es una absoluta mentira»—, reconoció que fue el intermediario que posibilitó el contacto con Cerdán, figura clave del aparato socialista y muy cercana al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Según Otegui, en la primera reunión Alonso le planteó que un dirigente socialista navarro quería hablar con él. En la segunda, Alonso trasladó a Cerdán personalmente en su vehículo al lugar del encuentro. Fue allí donde ambos políticos —el dirigente de Bildu y el entonces número dos del PSOE— acordaron, «con discreción», establecer una vía de comunicación estable entre ambas formaciones.
«Santos Cerdán ha sido uno de los interlocutores principales de EH Bildu, no tenemos ningún problema en reconocerlo«, declaró Otegui, sugiriendo que su partido ha actuado con transparencia, a diferencia de otros actores. «No sé si algunos tienen problemas, pero nosotros no», añadió.
La admisión adquiere relevancia por el papel que ha jugado el brazo político de ETA como socio parlamentario decisivo del Gobierno de Sánchez durante la presente legislatura. Las palabras de Otegui revelan una relación política más profunda y estructurada, canalizada desde la cúpula socialista.
